Salgan al sol...

Los barilochitos esperaron pacientemente todo el otoño, invierno y primavera que la temperatura supere los veinte grados, al menos por un rato. Finalmente sus ruegos fueron atendidos. Para estas fiestas estamos teniendo una racha de días espléndidos y soleados. Los barilochitos incluso se sorprendieron de ver un treinta en el termómetro. Y festejaron, y salieron al sol, se lanzaron a playas, costas y lagos.

Pero ya está, suficiente para los barilochitos, acostumbrados a los rigores invernales, ellos son sensibles a las altas temperaturas y ahora se sacuden las patitas: "¡uf, qué calor!". Y agitan las manitas espantando los molestos tábanos: "¡Qué molestos!"

Los barilochitos no ponderan que tienen mucha suerte, que es esto o los cuarenta grados más tornados rioplatenses seguidos de plagas de aedes aegyptus con dengue. Vamos barilochitos, salgan al sol... que no falta tanto para mayo.