viernes, octubre 03, 2008

El show de los Muppets

Resulta que hace unos meses la radio local que normalmente escucho cambió contrato con la que levanta de Buenos Aires. Hasta entonces era Mitre (cuyo grupo compró todo un multimedio barilochense, entonces ya no hacía falta este contrato) y desde entonces es Contiental. Cuando ocurrió, medio que festejé porque finalmente iba a poder librarme de Dady, un tipo que puede ser divertido pero que nada sabe de radio, ni de periodismo, ni de entrevistar, ni de mucho más que hacer cosas divertidas. Al escuchar que ese horario central en Continental lo cubrían Magdalena y Víctor Hugo me dije "bueno, al menos gente que sabe".

Ahora bien, empecé a sorprenderme (no sé mucho por qué) cuando estos dos periodistas multipremiados por la crítica y el público (seguramente las dos presencias radiales en actividad más emblemáticas del país) se daban una panzada de sentido común todas las mañanas, por supuesto hablando pestes de Cristina y de todo lo que tenga que ver con los Kirchner. Nuevamente me colocan en la posición incómoda de tener que defender posiciones del gobierno, sobre todo porque son críticas poco relevantes, más aún en relación al tipo de discurso que se utiliza para criticarlos. Y ahí era donde quería llevar el punto. Cuando el periodismo "serio e independiente" hace caja de resonancia del discurso de poder vía sentido común realmente queda patético. Es como una conversación de dos viejos que se quejan de todo lo que pasa por ahí, sin análisis ni nivel de profundidad alguno. Uno esperaría alguna elaboración en la opinión que está dando (porque eso están haciendo, emitiendo una opinión en base a información disponible) para ayudar al oyente a construir la suya más allá de lo que pueda intercambiar con la vecina en el ascensor.

Discurso de poder es aquel que, en términos foucaultianos, detenta para sí la construcción de un discurso de verdad. Y este discurso transformado en sentido común circula vectorizado y a través de todos nosotros, en el ascensor, en el café, en la mesa familiar y por supuesto también en los medios. Hay discursos de contrapoder y también a veces caen en lugares comunes y, sí, también pueden ser patéticos, pero al menos tienen un sentido opuesto que mueve a la reacción. Otros discursos de contrapoder son inteligentes y más elaborados, pero claro, no son tan escuchados. Ahí es donde el periodista profesional tiene que parar la oreja, coleccionarlos, reelaborarlos y brindarlos a sus oyentes para hacer que su función tenga sentido.

Solo un par de ejemplos de las últimas semanas:

  1. Censura: A propósito del regreso de Peter Capusotto a la tele, VH lo festejaba, porque "a veces le pega duro a los Kirchner (¡?) y sin embargo el programa sigue en el canal 7". Ahí recordó que él también tiene un programa en canal 7 y comentó que le parecía raro que no lo hayan censurado aún (¡???!).
  2. Caso del Valijero: En esta se prenden todos. Lo ponen como caso emblemático de corrupción pero solo basado en testimonios de un tipo para nada confiable y arreglado con el FBI. VH decía "hay dudas sobre lo que dice Antonini, pero algunas cosas deben ser ciertas" (¡?) y M: "claro, claro". Justo ese día estaba Orlando Barone y se calentó tanto que creo que se le fue la mano. Era invitado al programa (creo que da una columna semanal) y tuvo que bajar los decibeles pero al menos intentó poner las cosas en su lugar (creo que llegó a decir chanta en lugar de Antonini).

Digo, hay infinidad de temas para correrlos a los Kirchner y con mucha razón, pero hacerlo con este tipo de comentarios es un desperdicio de minutos de aire. Para eso mucho mejor el verdadero Show de los Muppets.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo espetó...

Hace años que Magdalena hace uso del "sentido común" más allá de oficialismos o no. Una pena, en una época la escuchaba todas las mañanas.

Y Victor Hugo no se, mejor lo sigo escuchando deportivamente.

4/10/08 12:19  
Blogger MaxD espetó...

Sí, creo que caí en una obviedad, pero igual me caliento...

4/10/08 12:46  

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