domingo, septiembre 21, 2008

Mis cinco minutos anuales de esquí

Vivir acá, tener unos mangos y no probar el esquí me parece un pecado. Así que cuando se alinean varios planetas (temporada baja + fin de semana + ningún otro compromiso + alguien que me acompañe y enseñe) subo algún que otro día por año. Ayer fue el día de esta temporada.

Un gran esquiador (Juani) se compadeció de mi y me acompañó todo el santo día dándome indicaciones y ayudándome a levantarme. Aparte de eso me hizo recorrer todo el cerro. Confesó desconocer la clasificación de las pistas y doy fe de eso (rojo es difícil y vi rojo por todos lados, sobre todo desde el suelo).

Independientemente de mis dificultades para mantenerme sobre las tablas me divertí mucho y disfruté un día espectacular.

Ahora ya tengo mi tostado estilo "mapache" para caretear por ahí. Lo que todavía no puedo determinar es si es más peligroso ponerse las tablas de sombrero o tener que escuchar las conversaciones oligarcas en los medios de elevación (gente con problemas para resolver del tipo "Cómo conseguir una amarra en el Lago Traful" ó "Cómo limitar el excedente de minutos que mis hijos gastan en celular"). ¿Seré así cuando sea grande y tenga mucha plata?

4 Comentarios:

Blogger Euphoria espetó...

¡Qué bueno!
Te envidio insanamente.

23/9/08 11:02  
Blogger MaxD espetó...

Vamos, que la Davis también garpó.

24/9/08 17:57  
Anonymous Anónimo espetó...

Excelentes conversaciones que se escuchan en esas cumbres. Tambien te envidio

25/9/08 13:54  
Blogger Euphoria espetó...

Si, ¡JA!
Fue un sueño hecho realidad.

25/9/08 16:22  

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