En Bariloche ganó el Carriotismo

Por un muy ajustado margen con las dos fuerzas tradicionales, pero ganó. Sin duda recibieron el voto opositor (recordar que la Concertación, por ahora, está alineada con el gobierno nacional), que por supuesto buscó la opción más a la derecha posible. Si bien no lograron una banca (estuvieron cerca de birlársela a Castañón) parece que encontraron un camino. Magdalena Odarda ha callado con viveza su (para mi gusto buen) rol de alteradora de siestas de filántropos dueños de lagos patagónicos, hizo hincapié en la defensa de los intereses de los agrogarcas y por supuesto, en pegarle a los Kirner, que hoy garpa más votos que nada. Hubiera preferido un batacazo del Pinosolanismo (único partido opositor que planteó un programa), que hizo una muy buena elección aquí también, pero debe ser demasiado peronista.

De seguro el triunfo del PJ en la provincia habrá sido en buena parte gracias a los faltazos de Pichetto en los últimos actos de la campaña. Albrieu y Martini pueden ser un buen refresco de cuadros pejotistas rionegrinos.

Llamativa fue la baja participación en los comicios, para nada justificado por el clima (no fue un día peronista en ningún sentido pero tampoco vino la tormenta que vaticinaban: montoneros del SMN, renuncien). Seguimos con el sistema de reparto de mesas por orden alfabético, lo cual habrá desalentado a más de uno. La crisis no habrá permitido gasto de nafta en "acarreo" (como le llaman despectivamente a quienes son llevados a votar en transportes garpados por la Muni o por el otro partido de turno) y varios oligarcas no habrán considerado digno desempolvar las 4x4 para ir hasta esos barrios donde se puede ver pobreza en Bariloche. Para matizar, me enteré de un caso de acarreo oligarca, el de uno que se vino de Buenos Aires con su familia (tienen domicilio acá) solo para votar contra los Kirner.

Mientras tanto, los barilochenses nos preparamos para volver a votar en un mes para elegir supermercado.