jueves, noviembre 04, 2010

Divagaciones sobre la crianza de niños XXVIII: Terror al borde de la cama

En algún momento iba a pasar, lo sabíamos, nos lo habían advertido...

Pero te aseguro que abrir los ojos pasada la medianoche y ver una cara (aunque sea de la personilla que más querés en el mundo) iluminada por el verde led de los números del radio/reloj despertador, es algo absolutamente aterrador. No recuerdo haber pegado un alarido similar en mi vida.

En el instante hilé toda la situación: el pequeñajo había aprendido a salir de la cuna haciendo pie en la silla (esa silla que nunca sabés dónde rayos meter) que olvidé quitar esa noche, sin embargo no pude evitar la descarga de adrenalina.

Es curioso como el susto te hace mezclar todo en cuestión de fracción de segundos, no sé en qué orden se dieron estas cosas, las mezclo, reparto y trato de recordar pero no me sale:
  • Sonido sordo de pasitos descalzos de Jx
  • Comentario de Cecilia entresueños diciendo que será Nico (nuevo vecino del departamento de arriba) que anda caminando tarde.
  • Caripela iluminada en verde
  • Alarido mío
  • Alarido de Cecilia
  • Subida de Jx a la cama
  • Alarido de Jx (estoy casi seguro que tardó unos cuantos segundos en asustarse después de nuestros gritos)