miércoles, octubre 27, 2010

Temprano ocaso para un animal político de raza

La ficha me cayó después de un buen rato... y me inundó una profunda tristeza. Es bueno tener ese tipo de sentimientos, señal que hay una pasión política corriendo por mis venas. Una pasión que siempre estuvo latente y que la aparición de animales como éste lograron hacer circular. Gracias por eso, Néstor.

Se fue un animal político forjado (como todos los de raza) en el calor de la arena pública, fue, vino, volvió, buscó y encontró un camino que muchos creíamos olvidado en el pasado derrotado. El día que Argentina se cuenta a sí misma, ésta y América Latina toda pierden un animal político importante y necesario, se va a sentir su falta.

Se cierra una biografía, comienza una leyenda.