Noticias de Ayer (17JUL06)
Estreno sección de noticias. La idea es ir pasándoles un panorama semanal de, a mi entender, las tres o cuatro noticias más importantes de los últimos días, con algún comentario mío totalmente subjetivo al respecto, sin abundar en mucha profundidad, aunque la mayoría de los temas la merezcan, pero se haría inmanejable para la lectura. También se invitará a los comentarios o impresiones que quieran hacer al respecto. Espero que les venga bien…
El desastre de Medio Oriente
Al ya despelotado teatro de Irak, se le suma ahora el recrudecimiento de la ya de por sí tensa situación entre Israel, el Estado Palestino y ahora (de nuevo), El Líbano. Esto, claro, no es novedad, la situación en esa zona siempre fue conflictiva y ahora se complicó otra vez, luego de una impasse con intentos de búsqueda de una solución de paz definitiva (algunos interesantes) por ambas partes.
Recapitulando, hace un par de semanas, cuando las cosas no estaban bien, pero todavía no se habían ido al diablo, Israel abrió fuego contra civiles palestinos que estaban veraneando en la playa, en un confuso episodio, del cual se dijo en principio que había sido un error y luego que en realidad estaban atacando activistas extremistas. La respuesta del lado palestino no se hizo esperar, con una nueva ola de atentados. La contrarrespuesta fue aún peor, con el ejército israelí ingresando a Gaza a secuestrar militantes, pero también ministros y legisladores del Hamas; también bombardearon puntos estratégicos, dejando a más de la mitad de la apiñada población palestina sin servicios esenciales. En esa incursión, fue capturado un soldado israelí, el cual es ofrecido como moneda de cambio para conseguir la liberación de civiles y activistas palestinos. Israel primero dijo que no, luego que sí, luego que no… y volvió al ataque… Ahora reingresa en escena el Hezbollá desde El Líbano, bombardeando con cohetes de corto alcance a Haifa, a lo cual Israel responde con cohetes de mayor alcance y bombardeos aéreos, desolando Beirut. Al día de hoy la cosa está bien jodida e Israel se presta a invadir una vez más el Líbano, mientras los extremistas palestinos se pertrechan para atacar con todo.
Esta situación es una vergüenza mundial, y tiene un primer responsable: Israel, por ser, obviamente la parte más poderosa del conflicto. Tampoco se hubiera largado a hacer lo que hace sin el guiño de EEUU y sin la siesta que se durmió la ONU, que recién hoy retomaría el tema. Del lado palestino, bueno, ya sabemos que en estas situaciones ganan adeptos los grupos extremistas para atacar blancos civiles, que son, en definitiva los que más sufren (en ambos bandos). Más información en el Página 12 y actualizaciones al instante en Clarín
Yo (K) contra todos los que se vengan
Hace tiempo que estamos siendo testigos de un recrudecimiento de enfrentamientos entre el gobierno y otros grandes actores sociales (Campo, Periodismo, Iglesia, Militares, etc). En cierto sentido, hay grupos de poder que se están sintiendo tocados por el avance de ciertas políticas del gobierno, provocando diversas reacciones: hay anunciado un paro de los sectores productores del campo, hay una encarnizada campaña de prensa sobre todo por parte de Perfil y La Nación, hay movimientos dentro de sectores reaccionarios de la Iglesia y del Ejército ante la llamada política de “Derechos Humanos” (entrecomillo porque es la denominación que adquiere, pero no necesariamente es puramente de “Derechos Humanos”). En otro sentido hay exageraciones de ambas partes (gobierno y oposición, no solo política), hay sobreactuaciones y la situación tiende a confundirse. Las exageraciones no son más que fuego de salva política, suenan feo y grosero, pero a mi entender, el mayor daño que hacen es distraernos de los temas centrales. No estamos acostumbrados a manejarnos así por la vida, con exabruptos, tiros por elevación, etc… y ellos lo saben, entonces impresionan. Lo triste es que a falta de debate se reemplaza por este fuego cruzado y en ese juego entran tanto el gobierno como la oposición, pero sale ganando el primero… “A río revuelto…” Es una buena noticia si los que se enroscan son los “malos de la película” (oligarquía ganadera, iglesia y ejército reaccionario, etc), pero se torna peligroso porque no nos ayuda a crecer políticamente, dado que la situación nos interpela a ponernos de uno u otro lado, impidiéndonos sopesar los pro y los contras de cada posición.
Sobre este tema, les recomiendo el siempre interesante editorial de Eduardo Aliverti.
Avasallamiento del Congreso
También hace unos días que estamos presenciando una discusión sobre un presunto (no afirmo ni niego, en principio) abuso de poder por parte del gobierno K sobre las facultades de los otros poderes. Primero fue la modificación de la composición del Consejo de la Magistratura, ahora es el otorgamiento de poderes especiales para el Jefe de Gabinete y la normatización de los DNUs (Decretos de Necesidad y Urgencia). Debería presentar un debate bien interesante, pero como en el caso anterior, todo se reduce, por ahora, a escuchar a la oposición declarar al gobierno como una pseudo-dictadura y al gobierno a hacer un uso excesivo de cinismo (el Jefe de Gabinete dice que todos los gobiernos democráticos anteriores también tuvieron los mentados Superpoderes, votados por los mismos partidos que hoy se desgarran las vestiduras). También aquí, la tierra levantada nos confunde y nos hace perder de vista las discusiones que debieran ser centrales. No creo que el gobierno se esté convirtiendo (aún) en una dictadura (Carrió lo compara con Hitler), sí es cierto que sigue en su carrera de acumulación de poder y en esa está volteando todos los muñecos que se le crucen. Sería deseable que utilizara los instrumentos institucionales que, encima, tiene a su favor, esto es, disminuir la promulgación de DNUs y la delegación de poderes del legislativo, cuando tiene mayoría en el Congreso, que le permitiría conseguir los mismos objetivos. Pero sabemos que es característico de un gobierno peronista forzar estas clavijas, situación que pone muy nerviosos a quienes ven que pierden posiciones de poder y se hacen eco de posturas increíblemente republicanas, dado su prontuario.
Atrapado sin salida
Que hayan capturado al Loco de Belgrano no es una noticia en sí, sino porque trajo sobre el tapete (nuevamente) el tema de la portación de armas, situación que se presenta bastante fuera de control. Mientras los medios y los Blumberes agitan una (nuevamente) inexistente Ola de Inseguridad, hay quienes se sienten amenazados y se pertrechan de armas para defenderse, pero sin evaluar que tal vez eso resulte más peligroso aún. En el caso de El Loco, es evidente que si no hubiera tenido acceso a un arma difícilmente hubiera podido hacer el daño que hizo. Y llegó al arma porque se generalizó y popularizó la portación de las mismas entre la población civil. Constantemente nos enteramos de desgraciados hechos en los cuales la irresponsable manipulación de las armas termina muy desafortunadamente con vidas y pocas veces el uso de ellas salva alguna. El descontrol en el otorgamiento de permisos y la excesiva demanda por la sensación de inseguridad lleva, en última instancia, a provocar estas desgracias, que, lamentablemente son más cotidianas de lo que vemos. Solo que el caso de El Loco fue en Belgrano, entre gente de clase media (El Loco mismo) y no en las villas donde la violencia sí va in crescendo ante la ausencia del Estado, que solo atina a mandar policía cuando las cosas están totalmente desbocadas.
Más info en el Página 12 de ayer.
El desastre de Medio Oriente
Al ya despelotado teatro de Irak, se le suma ahora el recrudecimiento de la ya de por sí tensa situación entre Israel, el Estado Palestino y ahora (de nuevo), El Líbano. Esto, claro, no es novedad, la situación en esa zona siempre fue conflictiva y ahora se complicó otra vez, luego de una impasse con intentos de búsqueda de una solución de paz definitiva (algunos interesantes) por ambas partes.
Recapitulando, hace un par de semanas, cuando las cosas no estaban bien, pero todavía no se habían ido al diablo, Israel abrió fuego contra civiles palestinos que estaban veraneando en la playa, en un confuso episodio, del cual se dijo en principio que había sido un error y luego que en realidad estaban atacando activistas extremistas. La respuesta del lado palestino no se hizo esperar, con una nueva ola de atentados. La contrarrespuesta fue aún peor, con el ejército israelí ingresando a Gaza a secuestrar militantes, pero también ministros y legisladores del Hamas; también bombardearon puntos estratégicos, dejando a más de la mitad de la apiñada población palestina sin servicios esenciales. En esa incursión, fue capturado un soldado israelí, el cual es ofrecido como moneda de cambio para conseguir la liberación de civiles y activistas palestinos. Israel primero dijo que no, luego que sí, luego que no… y volvió al ataque… Ahora reingresa en escena el Hezbollá desde El Líbano, bombardeando con cohetes de corto alcance a Haifa, a lo cual Israel responde con cohetes de mayor alcance y bombardeos aéreos, desolando Beirut. Al día de hoy la cosa está bien jodida e Israel se presta a invadir una vez más el Líbano, mientras los extremistas palestinos se pertrechan para atacar con todo.
Esta situación es una vergüenza mundial, y tiene un primer responsable: Israel, por ser, obviamente la parte más poderosa del conflicto. Tampoco se hubiera largado a hacer lo que hace sin el guiño de EEUU y sin la siesta que se durmió la ONU, que recién hoy retomaría el tema. Del lado palestino, bueno, ya sabemos que en estas situaciones ganan adeptos los grupos extremistas para atacar blancos civiles, que son, en definitiva los que más sufren (en ambos bandos). Más información en el Página 12 y actualizaciones al instante en Clarín
Yo (K) contra todos los que se vengan
Hace tiempo que estamos siendo testigos de un recrudecimiento de enfrentamientos entre el gobierno y otros grandes actores sociales (Campo, Periodismo, Iglesia, Militares, etc). En cierto sentido, hay grupos de poder que se están sintiendo tocados por el avance de ciertas políticas del gobierno, provocando diversas reacciones: hay anunciado un paro de los sectores productores del campo, hay una encarnizada campaña de prensa sobre todo por parte de Perfil y La Nación, hay movimientos dentro de sectores reaccionarios de la Iglesia y del Ejército ante la llamada política de “Derechos Humanos” (entrecomillo porque es la denominación que adquiere, pero no necesariamente es puramente de “Derechos Humanos”). En otro sentido hay exageraciones de ambas partes (gobierno y oposición, no solo política), hay sobreactuaciones y la situación tiende a confundirse. Las exageraciones no son más que fuego de salva política, suenan feo y grosero, pero a mi entender, el mayor daño que hacen es distraernos de los temas centrales. No estamos acostumbrados a manejarnos así por la vida, con exabruptos, tiros por elevación, etc… y ellos lo saben, entonces impresionan. Lo triste es que a falta de debate se reemplaza por este fuego cruzado y en ese juego entran tanto el gobierno como la oposición, pero sale ganando el primero… “A río revuelto…” Es una buena noticia si los que se enroscan son los “malos de la película” (oligarquía ganadera, iglesia y ejército reaccionario, etc), pero se torna peligroso porque no nos ayuda a crecer políticamente, dado que la situación nos interpela a ponernos de uno u otro lado, impidiéndonos sopesar los pro y los contras de cada posición.
Sobre este tema, les recomiendo el siempre interesante editorial de Eduardo Aliverti.
Avasallamiento del Congreso
También hace unos días que estamos presenciando una discusión sobre un presunto (no afirmo ni niego, en principio) abuso de poder por parte del gobierno K sobre las facultades de los otros poderes. Primero fue la modificación de la composición del Consejo de la Magistratura, ahora es el otorgamiento de poderes especiales para el Jefe de Gabinete y la normatización de los DNUs (Decretos de Necesidad y Urgencia). Debería presentar un debate bien interesante, pero como en el caso anterior, todo se reduce, por ahora, a escuchar a la oposición declarar al gobierno como una pseudo-dictadura y al gobierno a hacer un uso excesivo de cinismo (el Jefe de Gabinete dice que todos los gobiernos democráticos anteriores también tuvieron los mentados Superpoderes, votados por los mismos partidos que hoy se desgarran las vestiduras). También aquí, la tierra levantada nos confunde y nos hace perder de vista las discusiones que debieran ser centrales. No creo que el gobierno se esté convirtiendo (aún) en una dictadura (Carrió lo compara con Hitler), sí es cierto que sigue en su carrera de acumulación de poder y en esa está volteando todos los muñecos que se le crucen. Sería deseable que utilizara los instrumentos institucionales que, encima, tiene a su favor, esto es, disminuir la promulgación de DNUs y la delegación de poderes del legislativo, cuando tiene mayoría en el Congreso, que le permitiría conseguir los mismos objetivos. Pero sabemos que es característico de un gobierno peronista forzar estas clavijas, situación que pone muy nerviosos a quienes ven que pierden posiciones de poder y se hacen eco de posturas increíblemente republicanas, dado su prontuario.
Atrapado sin salida
Que hayan capturado al Loco de Belgrano no es una noticia en sí, sino porque trajo sobre el tapete (nuevamente) el tema de la portación de armas, situación que se presenta bastante fuera de control. Mientras los medios y los Blumberes agitan una (nuevamente) inexistente Ola de Inseguridad, hay quienes se sienten amenazados y se pertrechan de armas para defenderse, pero sin evaluar que tal vez eso resulte más peligroso aún. En el caso de El Loco, es evidente que si no hubiera tenido acceso a un arma difícilmente hubiera podido hacer el daño que hizo. Y llegó al arma porque se generalizó y popularizó la portación de las mismas entre la población civil. Constantemente nos enteramos de desgraciados hechos en los cuales la irresponsable manipulación de las armas termina muy desafortunadamente con vidas y pocas veces el uso de ellas salva alguna. El descontrol en el otorgamiento de permisos y la excesiva demanda por la sensación de inseguridad lleva, en última instancia, a provocar estas desgracias, que, lamentablemente son más cotidianas de lo que vemos. Solo que el caso de El Loco fue en Belgrano, entre gente de clase media (El Loco mismo) y no en las villas donde la violencia sí va in crescendo ante la ausencia del Estado, que solo atina a mandar policía cuando las cosas están totalmente desbocadas.
Más info en el Página 12 de ayer.
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