Cerrando Campañas

El domingo, en pleno almuerzo de día de la madre salió el tema de a quién íbamos a votar. Mi suegra, ya con un par de vasos de vino encima, empezó a interpelar a cada uno de los comensales. Yo zafé fácil con Pino, porque así me aseguro un voto progre y perdedor. Luego hablaron otros. Ella se extrañaba que nadie de los que estaba allí fuera a votar a Cristina, hasta que mi vecino Carlos confesó. Varios se le echaron al cuello. Yo intenté defenderlo argumentando que, pese a todo lo que pueda decirse, es evidentemente la mejor candidata, tiene más proyectos, cuadros y aparato que cualquiera de los otros. Luego pensaba que en realidad del 83 a esta parte en todas las elecciones presidenciales, los ganadores resultaron ser, a la postre, la mejor opción, en muchos casos triste y desastrosa, pero a la vista de las alternativas, honestamente la mejor.

Ayer escuchaba en "La Siesta Inolvidable" (Radio Mitre) un informe del periodista Julio Leiva que fue a La Matanza a presenciar actos de campaña. Uno de ellos era el de Blumberg, Sobisch y Asis, que fueron a San Justo, una de las zonas más acomodadas de La Matanza. Entre otros testimonios se escuchó el de una muchacha indignada porque le habían pagado $15 para ir hasta ahí. Decía que era una vergüenza que tengan que llenar sus actos pagando a gente necesitada. Que por qué no iban a los descampados donde vivían en la miseria. Estaba enojada en serio y no tenía ningún prurito en expresarlo en medio del acto al que supuestamente había asistido voluntariamente. Seguramente porque no tenía a nadie cerca que pudiera ofenderse, esto es porque estaba rodeada de gente que estaba en su misma situación. Ella forma parte de la mayoría del país que vive en situación social indigente, pobre o vulnerable. Ahora bien, estos "nuevos" referentes políticos evidentemente son más de lo mismo, yo diría bastante peores. Lo que le llamó la atención al periodista es que estos candidatos tienen como target a la clase media acomodada y su discurso de inseguridad, sin embargo el acto tenía mayoría de asistencia de gente de "relleno". Aquí aflora el país profundo con sus contradicciones y la evidencia de que varios de los que se postulan no tienen ni idea de cómo interpretarlas.

También leí esta tierna nota y esta otra fabulosa en La Barbarie. La primera me remitió a aquellos años de explosión democrática en comparación con la apatía de hoy día. Recuerden amigos, es imposible vivir en comunidad sin política, cuanto más te alejás, más libre dejás el terreno para los villanos. El nulo debate con el que se están cerrando las presidenciales es la expresión del desinterés. Algunos dicen, creo que acertadamente, que se trata de una preferencia hacia la gestión en detrimento de la confrontación de ideas, proyectos, políticas, etc. (por eso Macri). Y en la segunda nota, un análisis del triste final de campaña de quien va a la zaga, para muchos la esperanza de cambio (¿?) para otros el regurgitar de un centro derecha moderno, remozado y pintado de progre (¿Qué hace el socialismo ahí?). Probablemente una tendencia mundial.

Por último, anoche me enganché con un capítulo de “Padre de Familia” donde Lois se postula a intendente para limpiar el lago contaminado. Nadie quería escuchar sus propuestas hasta que Brian (el perro) le aconseja que tire frases cortas, sueltas y con alto impacto. Ensaya algunas y se escuchan algunos aplausos hasta que le sale “once de septiembre” ahí estalla el auditorio y gana las elecciones por afano. Pensaba que las palabras de alto impacto, tan alto como vacías que se esgrimen como alternativas son “inflación” e “inseguridad” y la idea de que “se va todo al carajo” (esto lo vienen diciendo desde hace cuatro años). Más afuera del tarro no se puede m… Es triste el nulo nivel de debate e imaginación que tienen ante una candidata que gana caminando, haciendo campaña en el exterior como si ya fuera presidente. Cada día estoy más convencido de que los únicos que entienden al país son los peronistas. ¿Inventaremos algún día algo políticamente más creativo?