48 millones
Ayer me dieron el DNI de Jx y tomé conciencia de la brecha generacional al darme cuenta que su número es más del doble que el mío.
También pensé que esa libretita es la representación material de algo (y muchas cosas) que paulatinamente se convertirán en mucho mayores preocupaciones que los retortijones y la lejanía de la teta. También lo es de la presencia de un mundo organizado y predeterminado para él, que lo condicionará de forma inevitable. Lo cual no necesariamente es malo, simplemente es así.
Nota aclaratoria (03/04/08): Cuando digo preocupaciones me refiero a las "preocupaciones de él", no a las mías. Sin duda, una de las cosas importantes que aprendí en este último tiempo es que uno se va preparando de forma natural para las etapas que vienen. Hay algo entre mágico, misterioso y biológico en este proceso.
Si, condicionados por nuestro pensamiento racional, quisiéramos prever y controlar cada una de las contingencias que pudieran ocurrir desde el embarazo hasta la frase del "nido vacío" con final feliz ("viejo, me conseguí un laburo, me voy a alquilar un depto, me mudo, nos vemos el domingo para los ravioles"), gastaríamos en los mejores anticonceptivos. Esto, que contiene un alto condicionante socio-económico, en buena parte es lo que termina determinando el corrimiento hacia arriba de las edades de las parejas para decidir el momento de la concepción.
También pensé que esa libretita es la representación material de algo (y muchas cosas) que paulatinamente se convertirán en mucho mayores preocupaciones que los retortijones y la lejanía de la teta. También lo es de la presencia de un mundo organizado y predeterminado para él, que lo condicionará de forma inevitable. Lo cual no necesariamente es malo, simplemente es así.
Nota aclaratoria (03/04/08): Cuando digo preocupaciones me refiero a las "preocupaciones de él", no a las mías. Sin duda, una de las cosas importantes que aprendí en este último tiempo es que uno se va preparando de forma natural para las etapas que vienen. Hay algo entre mágico, misterioso y biológico en este proceso.
Si, condicionados por nuestro pensamiento racional, quisiéramos prever y controlar cada una de las contingencias que pudieran ocurrir desde el embarazo hasta la frase del "nido vacío" con final feliz ("viejo, me conseguí un laburo, me voy a alquilar un depto, me mudo, nos vemos el domingo para los ravioles"), gastaríamos en los mejores anticonceptivos. Esto, que contiene un alto condicionante socio-económico, en buena parte es lo que termina determinando el corrimiento hacia arriba de las edades de las parejas para decidir el momento de la concepción.
6 Comentarios:
Tiempo al tiempo querido MaxD, pero es así, uno empieza a "precocuparse" por este tipo de cosas futuras e inevitables, no hay caso, como decís, es simplemente así...
Se ve que tenemos la necesidad de preveer e ir asimilando cosas lejanas en lo temporal pero cercanas en cuanto a nuestra nueva responsabilidad y etapa.
Mejor disfrutar el día a día que pasa muy rápido, te vas a dar cuenta cuando tengas que comprar un par de zapatillas por semana :S
Y... con el pasar del tiempo uno lo piensa cada vez más. Creo que en un punto traer un hijo a este mundo representa un pequeño acto de inconciencia que produce toda esa "magia", como vos decís.
Siempre pienso y cada vez estoy más convencida que si no hubiera tenido a mis tres hijos tan "inconcientemente" y tan joven probablemente no hubiera sido madre... Hoy veo a la maternidad con mucho respeto y con una enorme admiración hacia quienes deciden concientemente traer un hijo al mundo, eso es para valientes!
La ventaja de la inconciencia es que tenés más probabilidades de ir a la graduación universitaria de tu hijo/a por tus propios medios (prescindiendo de sillas de ruedas, andadores y otros elementos propios de la edad avanzada).
Pero sí, definitivamente, cuanto más lo pensás, menos te decidís. Lo nuestro fue "y bueno, no demos más vueltas, la situación ideal controlada no llegará nunca".
Nunca, nunca, eso es verdad.
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