Tragedia y comedia
Cristina fue muy dura en su discurso post-semana santa (tal vez mejor esa sinceridad que "la casa está en orden"), habló de "piquetes de la abundancia" e hizo alusión a una suerte de "piquetes de comedia" en contraste con aquellos "piquetes de tragedia" de los años de recesión, alto desempleo, extrema pobreza y crisis general. Esta última diferencia en clara referencia a la famosa frase con la que Carlos Marx inicia el clásico texto (y nunca desactualizado) "18 Brumario de Luis Bonaparte", cito: "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa." Se la criticó por no dar un discurso conciliador pero es característico de la política la definición de amigos y enemigos y en este conflicto particular, la corporación de "el campo" es claramente definido como enemigo. Es así y no hay que asustarse, luego vendrá (¿vendrá?) el acuerdo con fotos y apretones de manos, y el que lo vea como una ofensa personal no entiende como es esto. Si lo deseado para aplacar el conflicto y evitar el desabastecimiento era decir "bueno, damos marcha atrás y revemos la medida" seguro era peor. Es un conflicto, una lucha por la apropiación de la super-renta del campo, la cual, está visto, es defendida con uñas y dientes por los "damnificados" por la aplicación de retenciones móviles, aunque dicha merma en sus ingresos implica que mejorarán solo un 50% respecto del año pasado.
Hasta aquí con el lock-out quedaba claro que se trataba de la resistencia de un sector por resignar parte de su sobre renta. Por eso la sorpresa por el apoyo a la corporación del campo de parte de algunos otros sectores sociales (urbanos!). Y aquí viene el desconcierto y la duda sobre la real representatividad de estos grupos. Se sabe que la difusión mediática no es medida, éstos se mueven por la novedad y la espectacularidad de la noticia, que si no es espectacular, se la hace (en algún momento participé de alguna de las asambleas barriales durante la crisis del 2001 y un día se resolvió cortar la Av. Corrientes. No sé si éramos 50 o 100, con toda la furia, pero vinieron todos los medios y hacían tomas curiosas de forma que parecíamos muchos más de los que realmente éramos y la gente pasaba y tocaba bocina en señal de apoyo y todos los chiches. En la TV salió bárbaro). También me preguntaba por el "sujeto político" de estas alianzas. Ayer en La Barbarie se hablaba de "la gente" como un no-sujeto político, espontáneo, con pretensión de neutralidad ("los vecinos y ciudadanos") cuya expresión correspondería al "término medio" y que eran atacados y desplazados por las huestes piqueteras kirchneristas "gronchistas" de D'Elía organizados (¿Cuándo pasó a ser peyorativo el hecho de estar organizado? ¿Cuándo perdimos el valor por lo colectivo?). "La gente" de la plaza tendrá, en el mejor de los casos, un puñado de chetos que tienen algún campo o amigos y el resto un rejuntado que salió por resonancia, por oposición ideológica al discurso populista del gobierno (esto creo que es central, porque se activa con el clivaje peronismo-antiperonismo), por salames o por fachos. ¿Serán los mismos que se quejan porque el gobierno no hace nada para parar la inflación y ahora también cuando interviene con firmeza? Igual convengamos que está todo bien, desabastecimiento, retenciones o no, los que se joden son siempre los mismos, y no los que salieron con los tractores y las cacerolas. Esa es a tragedia.
De todas las medidas que tomó este gobierno (NK + CFK) que causaron algún revuelo, ésta es tal vez una de las más acertadas. Tiene varios de los componentes que se le reclaman con buena razón al gobierno: es progresivo (grava al ingreso sobre una sobrerrenta por elevados precios internacionales y ventaja comparativa producto del esfuerzo de toda la sociedad de mantener el dólar alto), desincentiva el monocultivo sojero y por lo tanto a mediano plazo provocaría un efecto anti inflacionario sobre el resto de los productos del campo. Estaría bueno discriminar entre aquellos pequeños productores que no pueden sacar tanta ventaja como los grandes, sin embargo estos últimos concentran el 60% de la producción y son menos del 4% del total. Al interior del frente del campo se notan divergencias, que no son pocas, por eso el llamado de atención al gobierno por su incapacidad de mantener un diálogo con aquellos más afines. Se sabe que en el gobierno son adeptos a acuerdos corporativos con los grandes (estilo bien alla peronista) más que ganarse el consenso con los chicos. El súmmum de esta actitud está corporizada por el Secretario de Comercio Guillermo Moreno, famoso por sus (ya ineficaces) acuerdos con los grandes supermercados. Cambiando esta lógica seguramente se quiebra el frente y se destraba el conflicto. Aparte ¿Cuándo se meterán con las estructuras de costos?. Aún considerando la posición relativamente desfavorable de los productores más chicos, todos acuerdan que la situación "no es mala", pero que les da bronca no poder progresar aprovechando la suba de los precios internacionales.
Llama la atención la desmesura en el reclamo y el "apoyo" de cierta clase media. Quince días de cortes de ruta solo merecen la reacción de los camioneros, el resto, panchos. Por unas horas de corte de piqueteros gronchos las balas se salen solas de las escopetas de los policías y gendarmes, justificados por lo del "derecho a la libre circulación". Los oligarcas, no contentos con apropiarse de la tierra y de la renta (o de no querer soltar un poco), también se apropian de los recursos de protesta de los trabajadores, los pobres y los excluidos. ¿Cómo es eso de llamar "paro" a un "lock-out"? ¿Cómo es eso de cortar rutas y quemar gomas? ¿Cómo es eso de salir a protestar a la plaza?
Aunque sigo pensando que el gobierno (NK + CFK) es de lo mejorcito de las últimas décadas, muestra signos de agotamiento, falta de sintonía fina en el manejo de políticas (otros gobiernos no tenían ni la perilla en la mano), cierta corrupción inaceptable, repetición de algunos clichés insoportables, etc; pero cuando saltan estas reacciones me quedo parado más del lado del oficialismo que de enfrente. Creo que es un efecto como el que comentaba El Criador de Gorilas. Para colmo hoy me entero que Hermes Binner (¡¡Socialista, ¿eh?!!) está considerando pronunciarse en contra de las retenciones ¿Estamos todos locos? ¿Dije socialista?
Ahora dicen que es "piquete y cacerola" pero en tono de comedia, suena fulero, pero no está muy errado.
3 Comentarios:
Conectado con el hecho de la apropiación de los significantes de los excluidos (los cortes, las gomas en llamas etc.) se me aparece otro asunto semiológico:
Los significantes, cuando los compras en la quinta avenida te modifican el sentido de cualquier discurso y, al final terminas siendo funcional al promotor del Lock out.
Es muy difícil pedir un aporte redistributivo, aunque no les cueste ni un esfuercito, cuando usás carteras de treinta mil dólares.
Y es una pena, porque las retenciones son técnicamente correctas, simepre que la ejecución del gasto público sea adecuada.
Es muy difícil solucionar un conflicto cuando enceguecido por la afrenta personal te olvidas del mandato de la gente y solamente te acordas de tus atribuciones.
Terminas mojándole la oreja a la mafia que maneja con pie feudal la vida de los habitantes del interior y, entonces, te pareces a esos tipos que le dicen, a los que tienen menos suerte, "crotos".
Tal vez es porque a todos no gusta mucho el libre albedrío. Tal vez lo que pasa es que nos gustaría que las reglas sean para otros pero que el deseo propio no se limite nunca.
El deseo de la riqueza sin limite.
El deseo del poder absoluto.
El deseo de que el tipo o la mina que ganaron las elecciones pero no me gusta arda en las llamas.
Algunos cortan rutas y tiran comida en un pais hambriento ... Algunos recaudan impuestos y se sientan sobre ellos... El que no puede se cree a la altura porque golpea una Essen.
No sé... La ciencia dice que estoy trastornado.
Simplemente quería reconocer que el nuevo discurso de CFK fue más lúcido y ahora le toca tener un gesto de grandeza a los garcas.
Pero claro, no serían garcas si la grnadeza fuese parte de su normalidad.
Yo estoy esperando el acuerdo con apretón de manos y flashes varios, total al populacho siempre se lo pasaron por la entrepierna.
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