Mis rodillas y yo
El sábado me fui a pasear solo por la montaña, hacía mucho que no lo hacía. Mis rodillas me decían clac, clac, clac y yo las tranqulizaba: "ya llegamos, ya llegamos". Arriba me cansé y a la izquierda la tapé con una rodillera. No estuvo nada mal, pero la otra me recordó esa preferencia al otro día. Ahora somos todos amigos de nuevo.
2 Comentarios:
No es por pecar práctico pero la próxima llevate 2 rodilleras y no vas a perder la amistad con la diestra ;)
No lo dudaría si no fuera que sale 100 mangos cada rodillera. Somos amigos, pero tampoco estamos para malcriar.
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