sábado, noviembre 13, 2010

Tal como dije...

Al llegar al kiosko, donde se libra la batalla cultural de mi barrio, busqué con la vista la Barcelona para coleccionar, y por supuesto no la encontré:

-Llegaron 10 y ya se las llevaron todas- me decía el vendedor.

Como contraste, en el banco de siempre lucían las inmensas pilas de La Nación y Clarín, ríos de tinta para tanto odio clasista, operaciones berretas y atentados gramaticales. Cuando Papel Prensa vuelva a ser de Montoneros toda esa injusticia se acabará.