A oscuras
Recorrió el país la noticia que Bariloche quedó completamente a oscuras antes de ayer alrededor de las 20 hs. Muchos tuvieron que pasarla así hasta las 10:30 del otro día (ayer) cuando se normalizó. A la Cooperativa le costó un par de horas hacer arrancar la reserva fría que fue rotando en distintos puntos de la ciudad (dicen que alcanza a cubrir entre un cuarto y la mitad de la demanda, entiendo que dependiendo del nivel de consumo de acuerdo al horario).
Se supo que el problema venía de la única línea de alimentación de la ciudad (que también afecta a otras localidades cercanas como Villa La Angostura y San Martín de los Andes), que es la línea de 132kV que viene de la Central Hidroeléctrica Alicura.
Algunos cables informaban que la generadora habría “bajado la llave” ante el exceso de demanda nacional, cargando las tintas sobre la mentada “crisis energética”. Una fruta que mandaron claramente con la intención de operar mediáticamente. Más aún, según Cammesa, Alicura no está generando desde hace un buen tiempo, en este momento solo recibe energía de la línea de 500kv desde Piedra del Águila y la baja para la línea de Pilcaniyeu – Bariloche, que es una migaja en comparación al consumo nacional.
Según informaron luego, la falla se debió a un falso contacto en la subestación transformadora de Pilcaniyeu que provocaba un desbalance de fases, impidiendo la reposición de la energía en la ciudad.
EDERSA se tomó varias horas para detectar primero la falla y luego repararla. Según se comentaba hoy en la radio, la empresa distribuidora cuenta con un solo técnico de guardia que debió viajar especialmente para detectar y resolver el problema.
Queda claro que el apagón no fue consecuencia de una falta en el abastecimiento de energía. De hecho ayer informaba Cammesa que el consumo nacional ascendía a 14275 MW, bastante por debajo de los 18000 MW que es capaz de generar el país.
Hace un año, mi amiga Euphoria (a quién le afané olímpicamente la ilustración de la presente) publicaba en un medio local una excelente nota donde se detallan los problemas energéticos locales y las vías propuestas de solución. El puterío existente entre la CEB (Cooperativa de Electricidad de Bariloche) y EDERSA sobre las responsabilidades para resolver estos problemas hace tanto ruido que tapa lo que no se está haciendo.
En definitiva, estamos en una crisis de crecimiento (felizmente) que a nivel local es aún más acelerado que a nivel nacional, para resolverla hay que afrontar inversiones. Las empresas a las que se les concesionó la provisión de la energía no están dispuestas a realizarlas, y, como está visto en nuestro caso particular, ni siquiera cumplen con el mínimo requisito de mantener las instalaciones realizadas con nuestro esfuerzo público y que ellas explotan. Es pertinente una presencia aún más fuerte del Estado para obligarlas a hacerlas o sino tomar la represalias pertinentes y completarlas él mismo. A nivel nacional, se había anunciado en 2004 un plan nacional del cual se ha ejecutado poco y nada. Esa actitud parece repetirse en provincias y en distribuidoras locales.
Se supo que el problema venía de la única línea de alimentación de la ciudad (que también afecta a otras localidades cercanas como Villa La Angostura y San Martín de los Andes), que es la línea de 132kV que viene de la Central Hidroeléctrica Alicura.
Algunos cables informaban que la generadora habría “bajado la llave” ante el exceso de demanda nacional, cargando las tintas sobre la mentada “crisis energética”. Una fruta que mandaron claramente con la intención de operar mediáticamente. Más aún, según Cammesa, Alicura no está generando desde hace un buen tiempo, en este momento solo recibe energía de la línea de 500kv desde Piedra del Águila y la baja para la línea de Pilcaniyeu – Bariloche, que es una migaja en comparación al consumo nacional.
Según informaron luego, la falla se debió a un falso contacto en la subestación transformadora de Pilcaniyeu que provocaba un desbalance de fases, impidiendo la reposición de la energía en la ciudad.
EDERSA se tomó varias horas para detectar primero la falla y luego repararla. Según se comentaba hoy en la radio, la empresa distribuidora cuenta con un solo técnico de guardia que debió viajar especialmente para detectar y resolver el problema.
Queda claro que el apagón no fue consecuencia de una falta en el abastecimiento de energía. De hecho ayer informaba Cammesa que el consumo nacional ascendía a 14275 MW, bastante por debajo de los 18000 MW que es capaz de generar el país.
Hace un año, mi amiga Euphoria (a quién le afané olímpicamente la ilustración de la presente) publicaba en un medio local una excelente nota donde se detallan los problemas energéticos locales y las vías propuestas de solución. El puterío existente entre la CEB (Cooperativa de Electricidad de Bariloche) y EDERSA sobre las responsabilidades para resolver estos problemas hace tanto ruido que tapa lo que no se está haciendo.
En definitiva, estamos en una crisis de crecimiento (felizmente) que a nivel local es aún más acelerado que a nivel nacional, para resolverla hay que afrontar inversiones. Las empresas a las que se les concesionó la provisión de la energía no están dispuestas a realizarlas, y, como está visto en nuestro caso particular, ni siquiera cumplen con el mínimo requisito de mantener las instalaciones realizadas con nuestro esfuerzo público y que ellas explotan. Es pertinente una presencia aún más fuerte del Estado para obligarlas a hacerlas o sino tomar la represalias pertinentes y completarlas él mismo. A nivel nacional, se había anunciado en 2004 un plan nacional del cual se ha ejecutado poco y nada. Esa actitud parece repetirse en provincias y en distribuidoras locales.
2 Comentarios:
Para contribuir a minimizar el apagón de ideas, dado que los diagnósticos molestan a los que toman desiciones, entre otras cosas porque cobran un sueldito para eso, propongo el uso de mi molino de plástico que me regalaron hace 23 años en un cumpleaños. Lamentablemente las aspas tienen los colores de Boca. Lo conservo como recuerdo de la infancia, pero estoy dispuesto a sacrificar el valor afectivo del molinito para ponerlo a disposición del viento patagónico, y así contribuir a producir un toque de excitación en los electrones del cobre, para que el Catedral tenga los medios de elevación funcionando a pleno, como Dios manda en el undécimo mandamiento: Serás obsecuente de los martirizados empresarios. "Pobeshitos los empesadios"
Yo tiré varias ideas sobre este tema hace ya diez años y se me rieron en la cara. Una de las ideas era poner generadores eólicos en la costa del lago donde el viento es mejor, empezando por la planta depuradora. También haciendo minidiques en los arroyos Ñireco y Casa de Piedra para entubar el agua y generar algo de hidroelectricidad. También quemar la basura (lo que no se pueda reciclar, al menos), aunque esto nunca me terminó de convencer del todo.
Y para Catedral se me ocurrió que se podría embalsar el arroyo Catedral justo por arriba de Plaza Oertle y entubar el agua lo más abajo posible para lograr tener algunos cientos de metros de desnivel. En invierno y primavera, cuando hay más agua, podría generar un buen porcentaje de lo que consume el cerro y así no comerse lo que se usa en el resto de la ciudad.
Pero parece que mis ideas son demasiado revolucionarias.
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