Panamericana y Ford
Aquí me llevó el destino laboral de esta temporada. Es sorprendente la vorágine de gente que se mueve por la autopista, desde autos lujosos hasta carcachos que se caen a pedazos, y las paradas de colectivos atiborradas. Salir a las cinco de la tarde ya es bastante trastorno, a partir de ahí la cosa se complica cada vez más. Y eso que voy “contra la corriente”.
Trato de entender cuál es la fila del 15:
-¿Cómo es esto?
- Esto es así: hay que tirarse al primer colectivo que llegue.
Y así fue: no hay fila, prioridades, mujeres ni ancianos que valgan. Si te quedás esperando, te quedás abajo. Hay que trepar al bondi como sea y acomodarse adentro hasta que llega al cruce con 197. Ahí casi se vacía. Igual saltó el tipo del conjunto Reebok que me madrugó porque me corrí un poco para que la señora pueda bajar bien. También está su compañero, el del gorro de polar que le llega hasta los ojos. De entrada me cayeron mal, por eso y porque van charlando de una punta a la otra del colectivo como si nada.
En menos de una semana de ir y venir los vi varias veces. Ellos van hasta Pompeya, pero hay algunos que van más allá, hasta los confines del sur profundo. Incluso una persona que trabaja acá debe tomarse el tren en Constitución para ir hasta Glew. Lo que cuesta ganarse la vida, las horas que te consume solo llegar hasta tu lugar de trabajo. Es hasta doloroso.
Terminé optando por el 60 rápido que me deja en Plaza Italia pero sale $2,80. Se suma una buena cantidad que restar al sueldo, ¿no?.
De todas formas por un par de semanas zafé y me dieron un auto. Los muchachos se emocionaron cuando les dije que los podía acercar. Es cierto, tener media hora más de tiempo libre por día puede hacer feliz, y no tener que sufrir los apretones del bondi. Pero esa felicidad se terminará cuando no tenga más el auto, todo tan volátil, como madrugar a horas increíbles para poder llegar hasta acá… como viajar horas interminables hasta regresar muerto a tu casa sin ganas de hacer nada más que comer y dormir.
Todo esto es un panorama muy sombrío al lado de mi suerte de poder trabajar sentado en mi casa con vista al lago. Es cierto, y es injusto.
El primer día que me dieron el auto los veo al del conjunto Reebok y al del gorro de polar que se bajan del colectivo y me preguntaba cuánto habrán tardado en llegar desde Pompeya, ya no les tenía tanta bronca.
Trato de entender cuál es la fila del 15:
-¿Cómo es esto?
- Esto es así: hay que tirarse al primer colectivo que llegue.
Y así fue: no hay fila, prioridades, mujeres ni ancianos que valgan. Si te quedás esperando, te quedás abajo. Hay que trepar al bondi como sea y acomodarse adentro hasta que llega al cruce con 197. Ahí casi se vacía. Igual saltó el tipo del conjunto Reebok que me madrugó porque me corrí un poco para que la señora pueda bajar bien. También está su compañero, el del gorro de polar que le llega hasta los ojos. De entrada me cayeron mal, por eso y porque van charlando de una punta a la otra del colectivo como si nada.
En menos de una semana de ir y venir los vi varias veces. Ellos van hasta Pompeya, pero hay algunos que van más allá, hasta los confines del sur profundo. Incluso una persona que trabaja acá debe tomarse el tren en Constitución para ir hasta Glew. Lo que cuesta ganarse la vida, las horas que te consume solo llegar hasta tu lugar de trabajo. Es hasta doloroso.
Terminé optando por el 60 rápido que me deja en Plaza Italia pero sale $2,80. Se suma una buena cantidad que restar al sueldo, ¿no?.
De todas formas por un par de semanas zafé y me dieron un auto. Los muchachos se emocionaron cuando les dije que los podía acercar. Es cierto, tener media hora más de tiempo libre por día puede hacer feliz, y no tener que sufrir los apretones del bondi. Pero esa felicidad se terminará cuando no tenga más el auto, todo tan volátil, como madrugar a horas increíbles para poder llegar hasta acá… como viajar horas interminables hasta regresar muerto a tu casa sin ganas de hacer nada más que comer y dormir.
Todo esto es un panorama muy sombrío al lado de mi suerte de poder trabajar sentado en mi casa con vista al lago. Es cierto, y es injusto.
El primer día que me dieron el auto los veo al del conjunto Reebok y al del gorro de polar que se bajan del colectivo y me preguntaba cuánto habrán tardado en llegar desde Pompeya, ya no les tenía tanta bronca.
Autor: MaxD @ 13:58
7 Comentarios:
Es asi. Triste, patetica, aplastosa vida citadina. Las opciones son escandalosamente aparatosas, a saber: a Juan le gusta ir a la plaza, a las hamacas. Vamos cualquier dia menos los fines de semana. Le gusta ir al shopping y subir y bajar interminablemente por las escaleras mecanicas (en mi epoca ibamos con mi vieja y mi hno a galerias jardin, unico sitio donde habia varias) y vamos al shopping a abusar de las escaleras a las 11 am o a las 3 de la tarde de dias de semana. Los fines de semana, o nos quedamos en casa o solo vamos a lo de mi vieja. Las salidas deben ser en dias contra la marea. Y yo laburo a 7 u 8 cuadras de mi casa y todo en almagro/palermo, no voy al centro salvo por causas inevitables, o sea, por ej. en lo que va del anio aun no fui. Lamentable la vida en la ciudad.
Un amigo vive en Claypole, se levanta 4.15 am, a las 4.50 esta en la estacion Burzaco. A las 5 se toma el tren a Constitucion. Para llegar a su laburo 6 am. Si se toma el 160 a Palermo desde su casa, tiene 2 hs 20 min. O sea que laburas 8 o 9 y viajas 4 o 5. Te quedan... si, eso.
Yo tambien agradezco no viajar en subte, laburar a 7 cuadras de casa 3 veces por semana y el resto hacerlo en casa. Pero sin duda vos estas mejor. Mi sana envidia es toda para vos.
Laura
no coincido con lo de triste, patetica ni aplastosa. arguyo que los shopping son la salida mas popular en los no-urbanos, lo cual si es patetico.
arguyo que el subte fomenta la lectura. yo tengo una hora de viaje de ida y de vuelta, en subte y un premetro que hay aca. en un anio llevo leidos facil unos 60 libros.
No me desanimes Max, que en diciembre me mudo a estos pagos...
Eso si, si llego a leer en el subte, vomito, y ademas me baja la presion. Ya parezco una vieja, pero que le voy a hacer... soy una persona de montania...y todavia no me acostumbro a la humedad y a los tiempos de la ciudad. Esto va a ser duro! Durisimo! Por favor, llevame en tu auto!!!
...perdonden la falta de acentos y de enies...
Estas cuestiones de grandes ciudades son así, todo gigantesco, hasta los viajes. Solo traten de buscarse un laburo cerca de donde viven...
Ariel, no seas tan injusto... aclará que estás en Montreal, seguramente que ahí el subte no te marea tanto, je.
Para mí, es la primera vez que estoy cerca de esta realidad de muchas personas que tienen que moverse tantas horas para trabajar, me parece muy alienante. Cuando tenés que viajar 3 horas ida y otro tanto de regreso (y más porque a la tarde es mucho peor), no te dan ganas de hacer nada. A mi ya me cuesta levantarme a las 6, no me imagino lo que será tener que salir a las 5, encima para estar de vuelta cerca de las diez de la noche.
Estoy de acuerdo con vos MAX, por eso estoy viendo deptos cerca del trabajo de JJ, pero cuanto mas me acerco, mas altos los costos. Aclaro: trabaja en PTO MADERO, pero hay opciones de viajar 15 minutos y estar en una linda zona... hay que buscar!Hoy me acompaniara tu esposa a caminar un poco bajo el sol invernal de BS AS...
Vivo a 20 Km del laburo, pero me lleva entre 1 hora y 1 y media hora llegar (si alguna manifestación no se interpone en el camino).
Pero trato de verlo por el lado amable: cuando voy aplastada en el tren prefiero pensar que estoy "contenida", si consigo un huequito aprovecho para abrir el libro y leer (¡No sabés cómo contribuye el Roca a mi cultura!). Ahora que hace tanto frío, aprovecho el subte para entrar en calor. En fin...
Así y todo, me reconozco un bicho de ciudad, y me costaría mucho vivir con tanta paz. Será que ya tengo incorporado el acelerador adentro...
Patricia, gracias por tu comentario. Por supuesto que uno se adapta y, dentro de todo creo que hasta una hora se aguanta bien, y si te acomodás, como decís, se puede aprovechar para leer o dormir un rato, si da. Pero hay gente que tarda más de dos horas en llegar, ahí ya me parece muy difícil hacerlo llevadero, en fin.
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