17 años no es nada
Anoche nos reencontramos oficialmente con marcos y Eduardo después de 17 años. Digo "oficialmente" porque tal vez nos hemos cruzado un par de veces (no más) por la calle pero aquí hubo un reencuentro provocado y deseado. Tiene el ingrediente curioso de haber sido gestado a partir de descubrirnos con marcos en en el blog de Ariel (amigo en común, hoy en Canadá) y no en Facebook, no se vayan a creer. Fue una velada muy agradable, ambos ex compañeros de secundaria, se los veía y oía bien, con sendas compañeras (ya decir "bien acompañados" sería una cacofonía: "ex compañeros bien acompañados por compañeras", pero lo ví así).
La cantidad de años asusta, como decir que hemos pasado más tiempo sin vernos que la edad que teníamos al momento de conocernos.
Y en esencia éramos los mismos, eso me impresionó. Ahora estaremos con unos pelos menos (Edu y yo, Marcos agregó prominente cabellera también por debajo de la pera) y aspecto de adultos, pero básicamente igual que antes. Eso me confirma que uno no cambia. En este caso, por suerte, son los mismos dos buenos tipos que dejé de ver hace 17 años.
Como premio me vine con este regalo de la pequeña Bluma:
La cantidad de años asusta, como decir que hemos pasado más tiempo sin vernos que la edad que teníamos al momento de conocernos.
Y en esencia éramos los mismos, eso me impresionó. Ahora estaremos con unos pelos menos (Edu y yo, Marcos agregó prominente cabellera también por debajo de la pera) y aspecto de adultos, pero básicamente igual que antes. Eso me confirma que uno no cambia. En este caso, por suerte, son los mismos dos buenos tipos que dejé de ver hace 17 años.
Como premio me vine con este regalo de la pequeña Bluma:
4 Comentarios:
¿Qué puedo decir? Ha sido un un gusto y un honor.
¡Vivan los reencuentros!
Eso!
me habia perdido este post!
bueno ya vere a la gente mas tarde este anio...
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