El valijero, los servicios yanquis y los chanchullos locales

Esta semana se puso caliente con el asunto del juicio a Antonini Wilson en Miami, tierra de gusanos si las hay. Repercutió notablemente en los medios nacionales, sobre todo por la revelación de las famosas "grabaciones". Honestamente me pone incómodo emitir una opinión, sobre todo porque todo es muy oscuro y hay muy pocos puntos de claridad sobre el caso, pero sentí la necesidad de arriesgar algo aunque no me gustan las teorías conspirativas que si querés pueden explicar lo que se te ocurra.

El juicio en Miami tiene todo el tufillo de operación política, con la cual pegarle a dos muñecos de un saque, uno muy jugoso (Chávez) y otro mucho menos (Kirchner) pero que si puede ser disciplinado, mejor. Todo este arreglo de los "arrepentidos" con el FBI menos uno (sino no habría juicio) es un armado para presentar el verdadero "caso": el asunto de la valija. Antonini Wilson siempre se presentó como ferviente opositor a Hugo Chávez, así que resulta extraño que haya sido reclutado como agente para cargar la valija desde PDVSA hasta la Rosada. Pero puede ser, mercenarios hay en todos lados, también puede ser, como dice, que fue engañado por Uberti (pobre agente encubierto engañado). No obstante, esta actitud de darse vuelta como panqueque cuando le conviene hace al menos dudoso lo que él pueda esclarecer sobre el caso de la valija, que es lo que nos compete a nosotros los argentinos.

Por este lado hay cosas muy raras, sin duda, partiendo de qué hacía este tipo en el avión que había rentado Uberti para un viaje oficial. En las grabaciones que se están ventilando se aclara que la guita era para la campaña de Cristina, que habría un "viceministro de Justicia" involucrado y que se ofertaba un soborno de 1 ó 2 palos verdes para no ventilar el caso (1 ó 2 palos verdes para ocultar 800 lucas es un poco caro). Tanta oscuridad da, como decía más arriba, para armar lo que quieras, incluso que "el caso de la valija" sea un divertimento para ocultar un negociado mayor.

Supongamos que la guita sí era para la campaña, tal vez a esta altura sea lo mejor. Y bueno, lo feo del asunto es que no haya sido blanqueada, porque es vox populi que los Kirchner simpatizan con Chávez y que el proyecto político de ambos gobiernos está fuertemente vinculado. Y el problema sería que este aporte "en negro" podría luego significar una "retribución política" también en negro, y que eso redunde en un perjuicio político para la gente que votó a este gobierno, pero no se deduce eso de lo que se sabe. Y sí, es feo que se hagan cosas a las espaldas de la opinión pública, pero pasa. Estaría bueno que se blanqueen los aportes para las campañas, que todos los partidos rindan cuentas sobre todos los gastos que realizaron, que se justifiquen con los ingresos declarados.

Y en cuanto al monto, no quiero caer en un cinismo barato, pero 800 lucas verdes, me parece que es mucho menos que los que el gobierno de De La Rua repartió entre senadores para votar una ley absolutamente desfavorable a los intereses de los trabajadores (que si bien el desempleo era bien alto, digamos que es una población interesante), eso es traición. También me acuerdo en su momento que un muchacho que había gestionado fondos para la campaña de Menem declaró que, entre otros, Kadafi había puesto una moneda, hasta lo que recuerdo solo fue cubierto por la revista Humor. También que Lanata había armado su propia teoría conspirativa al respecto de los atentados de la Embajada y AMIA más la muerte de Junior por supuestos aportantes sirio-libaneses despecheados.

En mi opinión, si esto queda que la guita era de Chávez para la campaña, ya está, es feo, pero bueno, se destapó otra, hay que ser más cuidadosos, sigamos.

Retornando a lo insinuado más arriba habría una tendencia que se está revirtiendo: el "regreso del lobo". Parece que ya jugamos mucho en el bosque mientras el lobo estaba entretenido en Medio Oriente. Ahora mira su patio trasero y ve que las cosas se les desacomodaron un poco, entonces retorna la cuarta flota, empieza a operar fuerte en Bolivia y agita el desmadre que está ocurriendo en estos días. Y esto ya no es teoría conspirativa, es certeza, siempre operaron por aquí, se sabe, pasó, pasa y seguirá pasando.

Y lo que está pasando es preocupante. Hay pueblos que después de haber tocado fondo se decidieron por políticas no ortodoxas, y gobiernos que muy trabajosamente intentan acomodar algunas cosas después de unas décadas de injusticia social. Los grupos de poder se oponen, lo cual es comprensible. Pero en no pocos casos, aún con estas políticas legitimadas y relegitimadas con elecciones, plesbiscitos revocatorios, etc… aún así, se ponen en pie de guerra, tratan de dar vuelta el discurso llamando autoritarios a los relegitimados y autoadjudicándose la gran verdad republicana, y lo que en realidad están ventilando es lo de siempre: una profunda actitud antidemocrática. No escatiman recursos, pegan fuerte, y alucinarían de alegría ante una intervención de los servicios de un país que preferiría tener gobiernos más propensos a facilitar los preciados recursos naturales, materias primas, etc, que tanto necesitan.

Entonces, si la guita era realmente para la campaña de Cristina, parece ser lo menos preocupante del asunto, en ese punto estamos.