miércoles, noviembre 29, 2006

Política del primer mundo



El gobierno de Evo Morales sigue dando cátedra sobre políticas públicas y hace lo que otros gobiernos evitan (por miedo o por conveniencia): gobernar para el pueblo. A pesar de la dura oposición que tiene, sigue fiel a sus propuestas de campaña y ahora avanza sobre la reforma agraria (algo que Argentina le debe a su pueblo desde que nació) para que la tierra quede en manos de quién la trabaja y no como trofeo de ricos y moneda de cambio. Bolivia ya había tenido una reforma agraria en 1953, pero ahora la profundiza. Los reaccionarios solo atinan a decir que es "un atentado contra la propiedad privada", una frase que apesta de creatividad política. Evo no la tiene nada fácil (el viernes lo apedrearon y abuchearon en su visita a Santa Cruz de la Sierra), pero sigue dando batalla.

5 Comentarios:

Blogger /ar espetó...

y porque es que los chicos de la universidad le tiraron una lluvia de piedras entonces? o es que en bolivia esta todo dado vuelta y los pibes son reaccionarios? Que alguien me explique porque ya no entiendo nada!!

30/11/06 02:53  
Blogger MaxD espetó...

Ar, juventud no es sinónimo de progresismo. La protesta de los estudiantes era en reclamo de la autonomía de Santa Cruz, una vieja reivindicación de aquel estado desde que descubrió que tiene recursos para funcionar solo.
Si entiendo para qué lado vas, vale la pena matizar el entusiasmo por el gobierno de Evo con la siguiente reflexión: entre la amplia gama de posibles sistemas representativos, la democracia formal puede pendular entre una "plutocracia" (gobierno de ricos) y una "dictadura de mayorías", ninguna de las cuales, claro está, es deseable. El caso del actual gobierno boliviano es llamativo porque, a diferencia de muchos otros países latinoamericanos, sigue sosteniendo la "radicalidad" que lo llevó al poder, cuando otros pasan inmediatamente a negociar corporativamente y a abrirle las puertas a los lobbystas, con eso gana gobernabilidad a costa de la legitimidad de la mayoría. Así estamos acostumbrados a funcionar por estos lados.
Hasta lo que entiendo, si bien se han acotado ciertos privilegios, la burguesía está nerviosa más por el ambiente de agite que por la situación real, dado que no les está yendo nada mal, y de hecho la mayoría de ellos vio con buenos ojos la controvertida nacionalización de hidrocarburos. Tanto esta última medida como la reforma agraria son dos ítems que los argentinos deberíamos abordar sin mayor dilación.
Por supuesto que todo gobierno tiene sus internas y contradicciones, el gobierno de Evo está acicateado por la facción más radical de su partido y amenazado por los sectores más reaccionarios de Santa Cruz, mientras la clase media se espanta por la algarabía de los indígenas. Por eso valoro que siga sosteniendo el timón con fuerza en medio de flor de quilombo. Es una experiencia única y tiene sus pasos en falso, para qué negarlo, pero en lo fundamental, marca un camino, una alternativa para la difícil realidad de la región.

30/11/06 09:51  
Anonymous Anónimo espetó...

Soy medio fan de las reformas agrarias, me parece que es de lo más lógico, será que la visión de la Pampa alambrada al pedo es demasiado fuerte.
Pero Evo me recordó a mi hermana que anda pidiendo condiciones de trabajo dignas en donde labura. Pensó 800 cosas piolas, pero mi consejo fue "no las plantees todas juntas, andá de a poco!!".
En eso hay que ser más lobbystas que el lobby, creo, si no querés que te explote un país en las manos calculo que conviene ir reformando de a poco, cosa que me parece que en Bolivia se les complica un poco, o al menos da la impresión, será que Evo no parece tan carismático como otros lideres latinos (que hablan mejor y tal vez hacen menos...)

30/11/06 12:09  
Blogger /ar espetó...

Gotcha. No tengo mucha idea de la realidad Boliviana pero el otro dia cuando vi las imagenes de la pedrada me espante un poco. Definitivamente en lo personal Evo me inspira mucha mas confianza que el anterior presidente ladri con acento US.
Hace unos dias me baje y vi memorias del saqueo, aunque el discurso de solanas no me cae del todo bien (me suena simplista y con tinte panfletario), no deja de tener valor y mas de una vez me vinieron lagrimas y risas-para-no-llorar, como con el mega curro de ypf y gas del estado, que andaban tan bien.
ya vendran tiempos mejores. Aunque cada vez dudo mas que eso va a suceder con K y su pandilla. Snif.

1/12/06 02:04  
Blogger MaxD espetó...

El problema, Cattel, es que las reformas no pueden esperar mucho más, es como dejar pasar una oportunidad histórica. El riesgo es grande, no lo dudo. Y sí, no es tan carismático y su retórica no es tan prolija como la de otros, y hasta da pasos en falso (como con Petrobras), pero ¿quién no los da?...

Respecto a Pino Solanas, buenísimo que viste la película, también podés ver La dignidad de los nadies (2005), que es como la contracara de "Memoria...", y también da para lágrima. El lenguaje de esta línea cinematográfica de Solanas es bien característica de él y viene desde hace unas décadas, cuando hizo ”La hora de los hornos”, pero esa es bien jodida. La posición política de Solanas es bien pública y la refuerza con cada una de estas películas, eso es indudable. Pero yo prefiero eso que la pretendida "asepsia" de otros discursos que destilan ideología pedorra por todos lados. Panfletarios eran algunos de mis compañeros de facultad cuando proponían en una asamblea universitaria sobre la ley federal, ir a apoyar a los mineros de Río Turbio en su huelga. Solanas plantea, con clara tendencia política, un discurso bastante bien fundamentado, eso no es panfletario. Podés disentir, de acuerdo, y hasta acusarlo de abusar de ciertos recursos, pero no creo que sea panfletario.

1/12/06 14:26  

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