jueves, junio 05, 2008

Mi palabra sospechosa: tolerancia

Hace tiempo que me viene zumbando en la cabeza esta palabreja, que es como una curita berreta sobre las escandalosas heridas que provocamos cuando hacemos de las diferencias algo sustantivo. Y hoy leo esta nota de Sandra Russo que me hubiera gustado escribir a mi. Solo le afano una cita de Daniel Baremboin (uds. saben, ese tipo loco que dirige una orquesta integrada por músicos israelíes y palestinos):

No se tolera a alguien por admiración o cariño. La palabra tolerancia es negativa, significa no querer aceptar ni entender lo que el otro está diciendo. Tolerancia no es lo que necesitamos. Se necesita conocimiento para la aceptación de los derechos que los demás pueden tener.


La palabra tolerancia suspende la posibilidad de compartir un destino común con el otro. "El otro" sigue siendo extraño, lo acepto porque no me queda alternativa, lo tolero pero no lo aguanto. La tolerancia me ata de pies y manos para no lanzarme contra aquel extraño que representa una amenaza para mí y para los míos. La tolerancia suspende esa violencia pero deja en claro que "nosotros" somos distintos a "ellos" y que esas diferencias están justificadas per se.

8 Comentarios:

Blogger Marcos espetó...

Esto me hace pensar en la palabra "holocausto" que, originalmente se refería a un sacrificio ritual y que, a fuerza del uso, obligó a la Real Academia a acpetarla como sinónimo de "gran matanza de seres humanos".

5/6/08 16:43  
Anonymous Anónimo espetó...

Según la Real Academia Española el verbo tolerar tiene cuatro acepciones :

tolerar
(Del lat. tolerāre).
1. tr. Sufrir, llevar con paciencia.
2. tr. Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.
3. tr. Resistir, soportar, especialmente un alimento, o una medicina.
4. tr. Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias

Aquí en Argentina, en estos últimos años de la era blumberiana, tolerar significa en criollo: "te aguanto a desgano y hasta que se me acabe la paciencia y haga lo correcto o cometa un error". Bien de yanquilandia.

De convivencia, ni hablemos.

Marcos, es cierto también que las palabras quedan atrapadas en significados de una época o también pasan a ser marca registrada de quien/es le han cambiado el significado.

saludos.

5/6/08 16:51  
Anonymous Anónimo espetó...

Let's agree to disagree, con Baremboim y MaxD.

A me gusta esta palabra. Definitivamente, todos somos distintos y es complicado a veces ver y entender y aceptar las diferencias.

No veo nada malo en eso, al contrario, es enriquecedor.

Entiendo que eso puede ser dificil de entender alla, pero basta viajar un poco por las ciudades cosmopolitas del mundo. Y no, Buenos Aires (que tanto se extrania) no esta en la lista, lamentablemente. Es mas, en terminos de convivencia y multiculturalismo y tolerancia me imagino que estara mas bien lejos del tope del ranking.

Una de cal, una de arena.

saluti

6/6/08 01:07  
Anonymous Anónimo espetó...

En el blog de Noa, cuando funcionaba, había puesto algo al respecto. Yo también sospecho de esa palabra, se tolera cuando no queda otra, se las aguanta en lugar de aceptar. Creo que las diferencias deberían ser aceptadas (no toleradas) como algo natural, así como el color de ojos, la huella digital o el apellido, que son diferentes de uno a otro pero nadie hace escándalo por eso.

6/6/08 09:48  
Blogger Marcos espetó...

@Ar Ojalá que un día estas tierras acepten en vez de simplemente tolerar.

7/6/08 09:48  
Blogger MaxD espetó...

Amigo Ariel, recojo el guante. Por supuesto que tolerar es mejor que maltratar o, lisa y llanamente, exterminar.
Probablemente el buen uso de esa palabra nos hubiera salvado del exterminio de judíos en la segunda guerra.
Pero a esta altura, y después de haberla aprendido a costa de millones de muertes, no alcanza.
No le alcanzó a USA (y a buena parte del mundo occidental) para invadir Irak, con su tesis del Choque de Civilizaciones. Toleró a los musulmanes, comprándoles petróleo, dándoles un mercado financiero, abriendo las puertas de su hermoso país para que ellos puedan ir a instalar sus autoservicios y hacer el sueño americano... y de golpe, como por arte de magia: "pum!" les clavaron dos aviones en las torres. No entendieron nada, porque simplemente los toleraron. Y la tolerancia se agotó en el instante que decidieron devolver el golpe sin entender por qué les pegaron ni quienes les pegaron. No fue suficiente tolerar a los musulmanes y cuando un puñado se sacó (y vaya a saber por qué?), no toleramos más a los musulmanes (no son capaces de tolerar). A Israel tampoco le alcanza con tolerar, el muro es tolerar, mientras no lo cruces te tolero, hasta ahí llegamos, no me pidas más porque si lo cruzás se pudre todo y te acribillo.

7/6/08 13:23  
Blogger F. Fabian S. espetó...

Tal vez la nota hace una apreciacion muy personal del verbo tolerar. La posibilidad 4 que da la RAE es clara y muy aceptable. ¿Porqué aceptar aquello que no tiene nada que ver con nuestro pensamiento?. Aceptarlo es incorporarlo, dejar de lado nuestra conviccion para adecuarla a la del otro.
Creo que puedo no pensar como alguien, y tolerarlo con respeto y tambien con admiracion.
Ahora...se puede admirar a alguien con quien uno no comparte la misma idea, admirar a un enemigo?
Claro que se puede.

7/6/08 20:09  
Blogger MaxD espetó...

Fabián,

Claro que es absolutamente personal, y festejo que se hayan comentado discrepancias.
No me refiero a aceptar aquello con lo que no estamos de acuerdo, sino tal vez a comprender (o intentarlo). Cuando entramos en el terreno de la tolerancia se suspende la posibilidad de comprensión y de respeto por los valores del otro.
La tolerancia es la guerra encapsulada. Es muy frágil, si se rompe nos matamos. Si fuera un piso desde el cual construir comprensión y respeto mutuos, ok, pero sería un medio, no un fin como tanto lo pintan.

10/6/08 17:27  

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