viernes, marzo 13, 2009

Los problemas de comprarse un lago III

(Luego de este hermoso momento de paz y amor, volvemos al resentimiento social, a molestar a los millonarios filántropos que solo desean vivir en paz con sus lagos comprados en buena ley y repartir algunas migajas a los pobres lugareños*. ¿Por qué gastar bytes en esto? Porque sí y porque se lo debo también a Jx, que cuando en unos cuantos años me pregunte el por qué de las injusticias de nuestro mundo voy a tener que decirle algo, así que voy recopilando.)

A proposito del asunto laboral (recordemos que uno de los argumentos de los defensores del millonario propietario era que "daba trabajo a 100 familias") ayer me encontré con un muchacho que trabajó en la famosa estancia (insospechado absolutamente de militante social, más bien todo lo contrario) y, sin mencionarle el quilombo de publico conocimiento aproveché para hacer una prueba y le tiré, así en frío:

- ¿Cómo era laburar en la estancia?
- Y... (medita un poco) un poco duro para la familia, poque la ves poco. Y en cuanto al trabajo en sí, si tenías contactos en la administración... y te bancabas el manejo ... digamos cero ética y cero moral, no la pasabas mal.
- Toda una definición

Sobre trabajos lejos del hogar tengo experiencia porque me tocó viajar bastante por trabajo. Se trata de algo que puede ser divertido si sos joven, soltero o divorciado y te gusta la aventura... pero al tiempo te das cuenta que todo se encierra en el ámbito laboral (no hay vida social extra laboral, no podés encarar nada que implique una rutina como ser estudiar, hacer deporte, etc). Si tenés familia o novia es un sufrimiento constante (no para algunos que tienen distintas reglas afectivas y se proveen cariño por otros medios). Cuando me tocó estar meses trabajando en un gasoducto me consolaba pensando que "alguien lo tiene que hacer" y por el potencial productivo, económico y social del sacrificio. Acá estamos hablando de estar permanentemente al servicio del Señor para sus actividades recreativas. Ojo, trabajo es trabajo y si lo necesitás, es dignísimo, pero es mucho más estimulante sentir que eso tiene una finalidad que puede ir más allá del ocio y la opulencia de algunos pocos.

Sobre la segunda proposición (ética y moral) no debería sorprender por lo que comentan propios y ajenos (pero con honestidad) sobre las características de la administración. Sin embargo, no me lo esperaba tan claro. El Sr. Lewis debe estar al tanto de este asunto seguro (es vox pópuli y él dice formar parte de la comunidad).

* PD: Hoy casi me enternezco al leer esto. Pero no me quedaron lágrimas después del festín que se dio la defensora del pueblo en su recorrida por las escuelas de Bariloche. Y me tiemblan los dedos para escribir sobre el conflicto docente de Río Negro, veremos si me sale algo.