viernes, abril 30, 2010

El día de (la muela de) Juicio Final

Anoche soñé que venía a casa Lucas Carrasco, y tomando unos mates yo le decía que había estado muy bien en 678, que al principio se lo notó un poco duro pero después se aflojó y tiró unas ideas muy interesantes. Y así, charlando de toda esta situación con el periodismo monopólico (ahora falsamente autovictimizado), de la genuflexión a la que obligaron a los diputados y senadores (cada vez es más sorprendete qué tan lejos pueden llegar) me salió esta frase:

Joaquín Morales Solá lanzó esa amenaza (no hay otra manera de interpretar esa frase) porque sabe que los muertos nunca los ponen ellos


Luego entraba mi amigo Dardo todo empapado porque venía de correr con lluvia, su novia Cecilia con una toalla detrás, retándolo para que se vaya a cambiar al baño... y el sueño se fue yendo al carajo por sus cauces naturales.

Pocas horas después me levanté y me presté a la tortura consentida (no fue para tanto) de mi dentista que me sacó una muela de juicio (me queda una sola!). Ahora que todavía me dura el efecto de las drogas junto valor para bancar a las Madres en esto del Juicio Ético (no de la muela): no rompamos las bolas, es una forma de expresar (¡viva la libertad de expresión!) algo que ya es muy evidente. Todos los mencionados allí tienen sobradas horas de alto rating para hacer su descargo. No hay intimidación, no jodamos. Nosotros no nos manejamos así. Del otro lado están los torturadores, los asesinos y quienes los apoyaron; de este estamos con un grupo de viejas con pañuelos blancos que por suerte no dan el brazo a torcer pero que no le levantan la mano a nadie.

Ayer, en el mismo 678 (de lujo), Aliverti le dio una mano a Magdalena recordando que ella sí había admitido que estuvo equivocada cuando apoyó a la dictadura, y que después hizo un trabajo importante de difusión de los organismos de DDHH (incluido el de las Madres), siempre dentro del marco teórico de "los dos Demonios". Es tal vez el único matiz que debería tener esto, para poner una diferencia con los otros periodistas cuestionados, quienes se pusieron el traje "democrático" sin revisar lo que publicaron en el pasado.
Magdalena tenía con qué bancarse esa "acusación", en lugar de eso difundió un audio de archivo del 84 en el cual Hebe le agradecía y fue a llorar al Congreso con los otros sátrapas. Ese audio de archivo solo prueba que todo cambia, todo, la validez de la "Teoría de los Dos Demonios", Hebe y por supuesto Magdalena.