Según el cristal con el que me miren
Concluyendo la temporada de cumpleaños, me quedó un comentario al respecto. Todos los años tengo la suerte y el gusto de recibir lindos regalos por todos lados y es habitual que sea ropa (por lo general: remeras, chombas, buzos, etc).
Lo que me llamó la atención son los talles que a veces eligen. Y yo me imagino a la gente yendo a comprar y comprendo perfectamente porque me pasa lo mismo cuando tengo que hacer un regalo. ¿Cómo definir el tamaño? Bueno, por lo que uno se acuerda de la persona que vestirá ese buzo/remera/chomba. Es decir, influyen las percepciones totalmente subjetivas que uno tiene de ella.
Resulta que por lo general mi familia me regala ropa de tamaño tendiendo a talles grandes (XL ó XXL, nunca menos de L) y los amigos me regalan ropa de tamaño tendiendo a talles medianos (M y también L). Por lo general me quedan los unos un poco holgados, los otros un poco justos y sí, algunos finalmente tengo que cambiarlos.
Mi contextura física es un promedio, ni mucho, ni poco (1,80 de alto, 75 kgs). Pero en mi familia quedaron marcados por el hecho que nací grandote y crecí rápido hasta llegar casi a ese tamaño en mi temprana adolescencia. Entonces ellos siempre tienden a verme como un gigantote y tienen miedo que la ropa me quede chica, también me imagino que lo afectivo distorsiona positivamente, aumentando más aún mi tamaño.
Por otra parte, mis amigos, algo más imparciales, me ven como un igual y calculan talles sin exagerar, a veces se van para abajo (cuando ando más gordito, je). Algunos parece que me ven como un alfeñique o algo así, jaja, porque hay remeras que me quedan como un guante y no tengo que cambiarlas. Pienso en Marina, pobre, pero la entiendo, ella tiene a su lado un muchacho de más de 1,90 y con quien espero siempre poder aclarar diferencias verbalmente, y ella debe decir: “este es como cinco talles menos”.
Mención de Honor
Nota aparte merece este hermoso collage que me regaló la pequeña Sofía, confeccionado in situ (esto es: entre las empanadas y botellas de cerveza de los adultos) con técnica mixta de papelitos, crayones (con brillitos) y marcadores (sin verde “lindo”) sobre fotocopia de contrato de telefonía móvil (el mejor uso que se le puede dar):
Hubo colaboración del niño Tincho en la confección de la barba y bigotes.
Lo que me llamó la atención son los talles que a veces eligen. Y yo me imagino a la gente yendo a comprar y comprendo perfectamente porque me pasa lo mismo cuando tengo que hacer un regalo. ¿Cómo definir el tamaño? Bueno, por lo que uno se acuerda de la persona que vestirá ese buzo/remera/chomba. Es decir, influyen las percepciones totalmente subjetivas que uno tiene de ella.
Resulta que por lo general mi familia me regala ropa de tamaño tendiendo a talles grandes (XL ó XXL, nunca menos de L) y los amigos me regalan ropa de tamaño tendiendo a talles medianos (M y también L). Por lo general me quedan los unos un poco holgados, los otros un poco justos y sí, algunos finalmente tengo que cambiarlos.
Mi contextura física es un promedio, ni mucho, ni poco (1,80 de alto, 75 kgs). Pero en mi familia quedaron marcados por el hecho que nací grandote y crecí rápido hasta llegar casi a ese tamaño en mi temprana adolescencia. Entonces ellos siempre tienden a verme como un gigantote y tienen miedo que la ropa me quede chica, también me imagino que lo afectivo distorsiona positivamente, aumentando más aún mi tamaño.
Por otra parte, mis amigos, algo más imparciales, me ven como un igual y calculan talles sin exagerar, a veces se van para abajo (cuando ando más gordito, je). Algunos parece que me ven como un alfeñique o algo así, jaja, porque hay remeras que me quedan como un guante y no tengo que cambiarlas. Pienso en Marina, pobre, pero la entiendo, ella tiene a su lado un muchacho de más de 1,90 y con quien espero siempre poder aclarar diferencias verbalmente, y ella debe decir: “este es como cinco talles menos”.
Mención de Honor
Nota aparte merece este hermoso collage que me regaló la pequeña Sofía, confeccionado in situ (esto es: entre las empanadas y botellas de cerveza de los adultos) con técnica mixta de papelitos, crayones (con brillitos) y marcadores (sin verde “lindo”) sobre fotocopia de contrato de telefonía móvil (el mejor uso que se le puede dar):
Hubo colaboración del niño Tincho en la confección de la barba y bigotes.
4 Comentarios:
Ey feliz cumple por atrasado MaxD!
Vengo de lo de Fabio y me enteré de la mala noticia de que los mandó a postear en su propio blog. Ahh claro! como el señor ya se hizo famoso, ahora ya no necesita de nuestros post. jeje. Tu blogg también está bueno.
Con respecto a los regalos de cumple... y bue, es verdad la mayoria de las veces te regalan cosas que por ahí no te sirven para nada, pero lo bueno es que van con onda. Igual, siempre hay un copado que te regala un CD que querías desde hace mucho o cae a tu cumple con un cajón de cereveza o se ofrece desinteresadamente para hacer el asado.
Tu mejor regalo... el collage de Sofia... lejos.
Muchas gracias, che! Por el soporte, la visita, los saludos y los cumplidos. Y bué... sabíamos que Fabio se iba a "cortar" solo, pero todo bien. Es su sitio y le agradezco que me haya permitido postear allí todo este tiempo.
Ojo. Aclaro que los regalos están buenísimos y estoy super agradecido. Pero me quedé pensando en por qué mi familia tendía a regalarme talles grandes mientras mis amigos tendían a regalarme talles más chicos.
Un amigo te regala un talle M???? Daaaleeeeeee che.... sera un amigo de Internet que nunca te vio???
Que cosa!
abrazo,
A
No era de internet pero parece que acá me ven más pequeño... será que no hay buenas ópticas?
Publicar un comentario
<< Home