viernes, marzo 02, 2007

El squash, la pala mecánica y un incendio

Ayer iba hacia el centro para jugar una de mis series de partiditos semanales de squash...

(sí, es medio concheto ese deporte, aunque hoy día todos los deportes están aconchetados, salvo jugar con una pelota de trapo en la calle, pero lo que tiene de mayor conchetez el squash es que es más fácil coordinar la ajetreada agenda concheta de dos jugadores que de los cuatro de paddle, por decir. Sin embargo, por acá no es muy caro, nosotros empezamos a jugar con unos amigos y nos enganchamos. No sé por qué siento que tengo que justificarme, pero bueno, quería justificarme)

... , caminaba por la avenida Pioneros (una de las más importantes), que está siendo repavimentada en estos días (semanas, meses), una de las obras municipales más importantes del último año (o de los últimos). Decía que caminaba por Pioneros, de pronto me encontré con un corte de tránsito, un oficial municipal desviaba los vehículos.

Poco después me enteré del motivo: se veía una pala mecánica que se había desbarrancado, dos grúas tratando de sacarla, mucha gente, medios, policías, bomberos, etc. Había datos que me indicaban que algo muy feo había pasado: dos ambulancias, un enfermero con tres litros de solución fisiológica corriendo hacia abajo, una mujer llorando contra el techo de un auto, como un tenso silencio, policías que no dejaban asomarse a la “chusma”.

En efecto, al vehículo se le habría soltado el cambio y arrastró hacia abajo a un obrero de 19 años hiriéndolo gravemente en las piernas, brazos y cadera. En ese momento todavía estaban tratando de sacarle la pala de encima.

Seguí mi camino y llegué un poco tarde a mi cita deportiva, comenté el tema y todos asintieron como que se habían enterado por el corte de tránsito y el ir y venir de ambulancias, bomberos y policías.

Casi al salir del club me dijeron: “¿Ves ese que está ahí por entrar a la cancha? Es el dueño de la empresa del tipo que se llevó por delante la pala mecánica”.

Ya de vuelta en casa, por la noche escuchamos la sirena del cuartel de bomberos y los aullidos de perros que siempre la acompañan, en ese momento solo pensás: “ojalá no sea algo grave”. Esta vez estuvo cerca: las sirenas de los carros hidrantes se escuchaban demasiado, salimos y vimos la columna de humo negro que se elevaba hacia el cielo y el resplandor de una llama que debía ser muy grande. El incendio se llevó una casa a menos de media cuadra de distancia, y quedó así:



Cuando nos estábamos yendo a dormir escuchamos de nuevo la sirena y los aullidos, ojalá no haya sido algo grave.

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo espetó...

Entro a comentar tu post y me encuentro con esa cosa en inglés, mensaje mecánico como la pala. Lo bueno de las sirenas es que son, tal vez, la única obsesión del canal de televisión abierta local. El mundo, para ellos, es una sirena, y si se llama Ariel mejor.
Si los medios de Bariloche escribieran más así sobre lo que cotidianamente nos pasa, entre otras cosas ayudarían a limitar un poco la hipocresía desbocada de los políticos y los empleados encumbrados de las instituciones.
no te sorprendas si los vagos de la prensa toman nota de lo que escribiste, pues está de moda currar el trabajo de los blogs, los fotologs, y los videos de gente que no ha estudiado periodismo y necesita, de un modo patético, sentirse útil porque nos muestra, con su celular, que un coche se llevó por delante a una vieja.
juan pablo melizza

2/3/07 22:15  
Anonymous Anónimo espetó...

Tres cosas:

Squash??? Que paquete che...

Lo de las sirenas en ciudades chicas es un fenómeno digno de estudio... El que haya vivido en alguna sabe de que hablo...

Nono!!! A qué hora te acostás? Escribiste el post a la hora que sale ahí?

3/3/07 09:03  
Blogger MaxD espetó...

Sí, lo del mensaje robot (que borré en cuanto vi) es bastante simbólico... No sabía que estaban robando notas por ahí, triste.

El squash, sí suena paquete aunque no es privativo (al menos no más que el paddle, como dije en la nota), pero viniendo de porteñolandia me sigue llamando la atención estas cosas de pueblo de cruzarte con dueños de muchas cosas, los lugares no son muy exclusivos, y uno se mezcla con gente como uno más fácil que en otros lados. ¿Será por eso que cada cheto quiere tener su propia costa privada?

No, no me acosté a las ocho menos veinte, aunque a veces me vendría bien, je

5/3/07 09:29  

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