sábado, agosto 09, 2008

Cooke y la conciencia de clase peronista

Allá por 1967, el gordo Cooke escribía:

El peronismo fue el más alto nivel de conciencia al que llegó la clase trabajadora argentina.

Tremenda definición me remitió a repensar el clivaje peronismo - antiperonismo, reflotado últimamente con fuerza inusitada durante el llamado conflicto con "el campo". Porque esta frase es, en potencia, el principal justificativo (pensado en términos objetivos) del odio a la figura de Perón, a sus recursos discursivos y a la liturgia que lo rodeó (y sigue rodeando). Digo debería serlo, porque en la realidad Perón y las facciones peronistas dominantes, se movieron siempre dando un rodeo a lo que apunta esta definición, incluso en un sentido opuesto. Tal vez lo más cerca que Perón estuvo de ello fue paradójicamente cuando él estuvo (en cuerpo) lo más lejos de Argentina. Esto fue durante su exilio en Madrid, donde recibió incluso al Che Guevara y desde allí agitaba a dar batalla al movimiento que le respondía.

Sin embargo, Perón siempre se ubicó en las antípodas de una actitud strictu sense revolucionaria. Más exacto sería hablar de un reformismo burgués de estilo keynesiano, si se puede permitir demasiada simplificación. Diríamos que resultó de una alianza de clases entre un sector en ascenso, por la dinámica propia del modelo de industrialización por sustitución de importaciones y un sector popular en disponibilidad política, el cual Perón supo encolumnar y organizar sindicalmente detrás de él con una visión política que pocos han tenido en la historia argentina del sXX. Reinventó un discurso populista de gran efectividad y sin duda él mismo se sensibilizaba ante el efecto que se generaba durante su encuentro con las masas. Capturó claramente el más simple imaginario de los sectores populares en la fórmula: derecho al trabajo digno, derecho al hogar y derecho al ocio, que se traducía en concreto en darle una cobertura al trabajador en lo salarial (garantizarle un mínimo de sustento) y en lo legal, facilitarle el acceso a la vivienda y al descanso estival. La dádiva era parte de este particular estilo de comunicación: pan dulce en Navidad, juguetes el día del niño, etc, que reafirmaba este diálogo en el que uno daba porque decidía dar y los otros recibían pasivamente los regalos. Resumiendo, el pacto era: "uds trabajen y yo les resuelvo la existencia". Y acá me voy acercando a mi punto: de ninguna manera Perón "agitó" a las masas. Las movilizaba como demostración de poder, reavivaba día a día el flujo de comunicación y reafirmaba su condición de conductor. Porque una de las características que no puede soslayarse nunca en el análisis es que Perón era militar y portaba con orgullo su uniforme. Y como tal, era un amante del orden. Conducción y orden. Conducción que se reflejaba en ese corporativismo que creó, la estructura verticalista de las organizaciones sindicales y empresariales con las cuales hacía política hacia abajo. Esa jerarquía nunca debía saltarse. La apelación directa a las masas se realizaba sobre carriles simbólicos y por medio de la dádiva, y el flujo de comunicación siempre era del balcón a la plaza.

Durante su ausencia ocurrieron muchas cosas en el plano político (no solo en nuestro país). En cuanto al tema que nos incumbe aquí lo relevante podría resumirse en: Revolución Cubana, Mayo del 68, Cordobazo y triunfo de Allende en Chile. En este clima Cooke acuñaba aquella frase, y esas cuatro instancias indicaban que la posibilidad de una revolución estaba en puerta. Los que eligieron la militancia peronista de izquierda consideraban que era la forma de generar la conciencia de clase proletaria que la teoría marxista dice es necesaria para una revolución socialista. Varios de los que se mantuvieron en organizaciones de izquierda no peronistas consideraban que el peronismo era justamente una traba a su desarrollo, ya que diluía la toma de conciencia del mecanismo de explotación.

Al poco tiempo de su regreso al país y asunción a la presidencia (lugar que le era lógico y natural por peso electoral) se produjo el famoso episodio de la plaza. Por supuesto que Perón no iba a permitir que le marcaran la cancha y menos aún que se alterara la "paz social" que él sabía organizar. Luego todo se descontroló, llegó su muerte y la derecha peronista se hizo un puchero con los militantes de izquierda ya en franca retirada después de Ezeiza, sirviéndolos en bandeja al PRN del 76.

Entonces veo aquí que hay un gran equívoco en la percepción "gorila" de la política argentina del siglo XX. Porque el momento en que el régimen burgués estuvo en serio riesgo fue durante la ausencia de Perón y no necesariamente por causa de él (un debate de este tenor fue el que dio cauce a la crisis militar de los azules y los colorados). Con esto quiero decir que su presencia significaba el orden y seguridad jurídica que la burguesía (la del 45) necesitaba para poder proseguir con la acumulación. Por supuesto que el costo era un reparto más equitativo de riqueza y bancarse la liturgia peronista. De no haber existido el golpe del 55 (o haber arreglado un rápido retorno de Perón) probablemente Cooke nunca hubiera podido espetar aquella frase y él y los miles de entusiastas militantes de izquierda jamás hubieran formado parte del movimiento. Tal vez Perón se hubiera agotado políticamente en una incapacidad de pilotear la crisis que atravesaba cuando dicho golpe se produjo, tal vez la hubiera sacado adelante y enterrado para siempre la posibilidad del total desarrollo de una conciencia de clase.

La potencia que aquella frase encierra es la que redunda algún peligro para la burguesía y no el peronismo en sí, que probablemente funcione más bien como garantía del régimen.

8 Comentarios:

Anonymous Anónimo espetó...

No acuerdo en líneas generales. Pese a que me parece buen buen post.

Mitología o verdad a medias, el peronismo significó --según mi visión-- desorden social. Acepto que alguno diga significó "otro orden". Solo observar las patas en la fuente, la invasión morena a Mardel, guarangos que gritaban, valores burgueses transgreditos. La civilización espantada por la barbarie. Peones y empleadas que se creen con derecho a denunciar las injusticias de sus patrones, embarazadas a las que había que garparles. Clases altas y medias altas en retirada de las funciones públicas, marchitas porque también necesitaban sus dádivas. "Me tuve que afiliar, podes creerlo". Mujeres sin linaje que desde su llegaba había que decirles "señorita y su apellido". Santiagueñas que no se dejaban coger por el patrón y alguna hasta se zarpaba y alguna fabriquera no pagaba el alquiler.

Fue un clima festivo de bodegón sin preocupación por la cuenta.

Quiero otra botella. Es sábado a la noche y mañana es San Evo.


Perro que ladra

9/8/08 23:37  
Blogger Eva Row espetó...

Dos gobiernos peronistas en su discurso y en los hechos, me refiero al primer Perón y a Kirchner, han actuado en favor de una clase. Ellos se han negado a llamarla clase social, pero no importa. El problema es que entran en contradicciòn cuando creen que pueden hacer creer a la clase burguesa que se pude atender sus intereses al mismo tiempo que a los de la clase proletaria. Son los burgueses quienes tienen más claro que el peronismo, que cuando se defiende una clase no se defiende a la que està enfrente. Pero en el caso del golpe de la Libertadora, el odio contra Perón no fue precisamente porque se atacaron los intereses de la clase social burguesa, sino todo lo conrario. La burguesìa argentina tradicional veìa afectados sus intereses por causa de un gran cambio en el mundo después de la guerra, no fue el peronismo lo que hizo cambiar la situación de los mercados agrìcola-ganaderos. La nueva burguesìa industrial, surgida por la guerra, esa sí que se sentía limitada por las leyes sociales del obrero. Sin embargo, el odio se afincó màs que nada en la burguesìa terrateniente y todo su cìrculo aristocràtico, que a la vez de perder su preponderancia en los negocios nacionales, se viò desplazada de su puesto en los sucesivos Gobiernos, como era tradicional. Esa burguesía en descenso, odió al peronismo porque ese ascenso era el testimonio puro de su propio declive y le fue insportable. Es un tema muy complejo. Y muy doloroso. Claro que el peronismo nunca quiso perjudicar los intereses de la burguesìa. Y ese es el nudo que tiene atado al peronismo a una dinàmica irresoluble de ascenso y descenso permanente. El ùltimo tiempo lo muestra clarito. Primero Kirchner fue el factor de ascenso de los ruralistas. Pero cuando quiso redistribuir el excedente de sus ganancias, se le insubordinaron, actuaron como clase burguesa enfrentada con la clase proletaria. El peronismo debe transformarse en un partido proletario o nunca serà nada màs que un partido de coyuntura cuando hay conflictos graves.
Muy interesante el post. Gracias.

10/8/08 02:17  
Anonymous Anónimo espetó...

Claro que el peronismo fue y es garantía del sistema. Quisiera ofrecer otro punto al debate. Me parece que los análisis del peronismo histórico caen frecuentemente en un vicio: la interpretación del período 1946-1955 como una continuación de la coyuntura de 1945.

Creo que Sidicaro es quien mejor ha explicado el rechazo de la UIA-SRA en la coyuntura que va de fines de 1944 hasta el acceso de Perón a la presidencia, cuando finalmente los grandes industriales y los magnates territoriales se adaptan a la nueva fuerza. Sidicaro vincula esa situación muy particular a la movilización de la gran burguesía contra el gobierno conservador de mediados de 1942, cuando la clase dirigente debido a la profesionalización y burocratización no necesariamente expresaba los intereses de la gran burguesía.

Para más, hay que periodizar al regimen conservador y no reducirlo al simplismo de la "década infame". Las clases dominantes iban perdiendo influencia sobre la dirigencia conservadora. El propio Castillo era un clásico hombre de partido, oriundo de una provincia pobre, y si bien su familia pertenecía a la elite catamarqueña, él era un abogado de recursos medios.

Por último, la SRA trató de morigerar el conflicto reciente. Las bases (los chacareros rasos) empujaron a la dirigencia a la lucha. No me simpatiza la SRA, pero dejemos de agitar fantasmas de otras épocas.

10/8/08 11:14  
Blogger Marcos espetó...

Asumo que el indoro funciona bien.

10/8/08 12:43  
Blogger MaxD espetó...

Gracias por los comentarios y los constructivos aportes.

anónimo: mi idea es que el desorden social lo fue en un plano simbólico, en términos objetivos este fue canalizado por el peronismo, sin esa conducción probablemente a la burguesía le hubiera ido peor. Para las clases populares sí me parece que significó un avance importante en términos objetivos y también simbólicos, que muy bien destacás en tu comentario.

eva: Tu comentario es muy interesante, sobre todo para pensar el peronismo también hoy. Honestamente no creo que llegue a transformarse en un partido de clase, aunque nos gustaría. Todo está indicando que se está rearmando internamente corriéndose a derecha para volver a acumular poder.

emilio: interesante punto. Repasaré ese periodo pre-peronista.

marcos: Acertaste, el inodoro anda un violín.

10/8/08 19:34  
Anonymous Anónimo espetó...

Me llama la atencion la palabra "clivaje". No esta en el diccionario de la RAE.

Cleavage en ingles se refiere al escote que usan ciertas mujeres de atributos generosos.

Entonces, "clivaje peronismo - antiperonismo" vendria a ser algo asi como la zanja que separa las dos aglomeraciones, antagonicas, zanja en la que todos de alguna manera deseamos caer?

13/8/08 20:04  
Blogger MaxD espetó...

Es un concepto que usamos en la facultad para aludir al escote de las compañeras.

18/8/08 16:21  
Blogger Unknown espetó...

Haber si entendemos... Cooke, no lo plantea en torno a la figura de Perón, sino a pesar de Perón la clase obrera Argentina alcanza su mayor conciencia de "Si" durante ese período de la historia... Cooke rompe com Perón...(leer cartas entre Cooke y peron) peron nunca fue revolucionario esta claro, lo que no quita que el peronismo como movimiento pueda o deba ser revolucionario... Porque en muchos análisis se omite lo que el peronismo tubo de combativo y revolucionario a saber.. Ongaro " más vale honra sin sindicatos, que sindicatos sin honra" CGTA... ahí es desde donde Cooke hace su planteo... Igualmente la Constitución del movimiento obrero Argentino es ta tonto mas complejo.. En el momento de mayor participación de la izquierda (PC) dentro del movimiento obrero...se da en el marco de la segunda guerra... Y ahi se produce un vacío, que es ocupado por el surgimiento del peronismo... En lo particular me resulta apasionante la historia de nuestro movimiento obrero... Orígenes Anarquistas y socialistas...

22/12/16 14:23  

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