martes, diciembre 23, 2003

Feliz Navidad

Cerca de las fiestas reaparecen las historias sobre la Navidad. Mi madre me ha contado varias todos los años y yo siempre me las olvido luego de escucharlas... hasta el año siguiente. Esta vez que me contó una, decidí escribirla para que no se pierda. Es interesante, se trata sobre la tradición navideña en Europa central.
Siempre hay diferencias entre las distintas tradiciones, por ejemplo sobre el tema de los regalos. En España, los que traen los regalos son los Reyes Magos, en otros países es "el niño Jesús", en nuestro país prevalece la tradición de Santa Claus, típicamente norteamericana. Es bien sabido que el traje rojo nació producto de una campaña publicitaria para promocionar la Coca-Cola, pero ¿cuál es su verdadero origen?

Se dice que había un obispo, en el centro de Europa, de nombre Nicholas o Niclaus, que era muy querido y bondadoso, quien se paseaba por las calles de la ciudad vestido con atuendos religiosos (típicos de la época), de blanco y dorado, en su cabeza llevaba una tiara, sombrero que vestían las autoridades de la Iglesia. Los días 6 y 7 de diciembre salía con una bolsa llena de regalos y repartía entre los niños que se habían portado bien. Como la gente le tenía mucho cariño, le decían Claus. Pero la cosa no queda ahí. La misma tradición dice que junto con él aparecía un personaje de nombre Krampus, que era una forma corpórea del mismísimo diablo (uuuuy! Qué miedo!!). Caminaba arrastrando unas cadenas, provocando un sonido muy atemorizante. Él también tenía una bolsa, pero en ella se llevaba a los niños que se habían portado mal.

En la época de infancia de mi madre (en entreguerras), se acostumbraba (el 6 y 7 de diciembre) que algún pariente se disfrazara de Claus para entregar regalos a los niños que se habían portado bien. Tampoco faltaba el tío jodido que se disfrazara de Krampus que hasta llegaba a meter en su bolsa a los niños que se había portado mal. Digamos que a los que podía agarrar eran los más pequeños, de 3 ó 4 años, los más grandes se avivaban y rajaban a tiempo y aunque los agarrara, el tío jodido tenía que ser bastante fortachón como para poder meterlos en una bolsa. ¿Cómo saber si el niño se había portado bien o mal? Se le preguntaba a los padres, quienes decidían si el pequeño recibía regalos del tío bueno disfrazado de Claus o un buen susto del tío jodido disfrazado de Krampus.

Hoy día es bastante cruel pensar en someter a un chico a ese escenario, pero hay que tener en cuenta que esos eran tiempos en que era común hasta el castigo corporal. Pensaba que esas eran tierras en que nació don Adolf Hitler. ¿Sería muy vulgar pensar que esas sociedades rígidas con este tipo de costumbres ayudaran a constituir un personaje de semejante calaña? Imaginen al pequeño Adolfito haciéndose pis encima cuando el tío jodido disfrazado de Krampus lo agarraba de los pelos para meterlo en la bolsa. Pienso también que acá muchos tíos jodidos metieron en bolsas a mucha gente y no nacieron en sociedades rígidas de la Europa central ... en fin. Pero la historia está buena, no?

sábado, diciembre 20, 2003

19 y 20 de diciembre

La crisis de fin de diciembre de 2001 quedó signada no solo por la repulsión que la mayoría de la ciudadanía expresó contra el conjunto de la dirigencia política, devaluada y tristemente escindida de la sociedad civil. El hastío se extendió a toda la política en general, entendida como dispositivo de discusión y de búsqueda de alternativas a las problemáticas sociales o como búsqueda de resolución de conflictos de distinta índole, en especial aquellos de incumbencia pública.

Más aún. Si consideramos que aquel momento de agitación social podría haber gestado el comienzo de una nueva tendencia a favor de la cohesión y participación, el aparato represivo del Estado se encargó de dejar nuevamente su marca con el fin de disciplinar y evitar que la reunión se concrete. El saldo trágico de las jornadas del 19 y 20 de diciembre fue de 33 muertos en todo el país, (cifra que se eleva a 37 al día de la fecha, ya que algunas personas que habían quedado gravemente heridas por impactos de plomo, han fallecido en los últimos dos años). Cuestión que en el presente no tiene aún explicación razonable, más allá del mencionado disciplinamiento, ni resolución judicial. Hay un proceso abierto contra el ex presidente De La Rua, su ex ministro Mathov y otros ordenar la represión, pero a pesar de las 7 muertes en Santa Fe, Reutemann sigue tranquilo, otro tanto en Córdoba, y en otros puntos del país, sus respectivos responsables provinciales no se dan por aludidos.

A pesar de las actividades políticas embrionarias gestadas a través de asambleas populares, movimientos piqueteros, etc., todo parece haber quedado como suspendido, a mitad de camino, trabado en su posibilidad de desarrollo. Dos años después, la sociedad civil sigue desarticulada en gran parte o al menos lo está mucho más que hace unos 30 años.

Sería tonto decir que la situación ahora es la misma que antes de aquellas jornadas. Este gobierno es mucho más decente que antes, la corte suprema es mucho más decente que ayer, las madres de plaza de mayo fueron recibidas en la Casa Rosada antes que los empresarios “interesados en el país” (en afanárselo), las leyes de impunidad (punto final y obediencia debida) han sido anuladas, María Julia sigue presa, Menem no está tranquilo, etc. Pero…

¿Qué estamos haciendo para sostener esta mejora o, más aún, redoblar la apuesta y atender los graves temas sociales? ¿Por qué la agenda pública está más ocupada con el tema de los cortes de ruta que con la mitad de la población que sigue sumida en la pobreza? ¿Qué rayos nos paraliza en el avance progresivo, en la paulatina mejora de la sociedad toda? ¿Es que el fetiche del mercado nos vuelve una y otra vez reaccionarios?

La pregunta que me carcome: ¿Es posible sostener un sistema democrático sano sin una participación activa de la sociedad civil en él? ¿Vamos a esperar sentados mirando cómo super-K hace y deshace lo que le antoja y nos limitaremos a criticar o a elogiar en el bar de la esquina si el tipo la tiene clara o si es uno más de lo mismo?