viernes, diciembre 31, 2010

2011

Medio que pintó un bajón de fin de año. Será que terminé tan, pero tan arriba que ahora que paro la pelota no sé qué hacer ni para dónde disparar. Al repasar los viejos finales de año entre las telarañas de este desvencijado blog refrito un modelito de tarjeta que podría funcionar... veamos, ensayemos unos deseos rayados para el…

2011


Que sigamos remontando en el 2011 desde el pocito que fue aquel duro comienzo de este año que ya termina. Que este año me encuentre más grosso que el anterior y sin movimientos telúricos, en la medida de lo posible. Que la segunda parte de Operación Cadera sea al menos igual de traumático que la primera (tranzo con que no sea más). Que tengamos muchos más recuerdos de estos. Que sigamos con este buen camino de terminar con la impunidad, ese símbolo del bicentenario. Que Bariloche pierda ese bendito campeonato de ciudades fachas y que Martín no nos abandone en esa desgraciada suerte. Que honremos la pasión animal de un político de raza que nos dejó, aunque no solos, por suerte. Yo ya empecé a hacer campaña. Que se dejen de joder con estas pavadas. Que finalmente podamos abandonar los pañales... antes de (glup!) volver a necesitarlos.

¡Buen año!

viernes, diciembre 10, 2010

Migraciones

Macri ha logrado producir un hecho político de magnitud con sus declaraciones cargadas de una xenofobia que evidentemente no estaba desterrada en el sentir social (se ve que estaba tan latente como el entusiasmo de cierta juventud por la militancia). Y entre las reacciones bienintencionadas he notado algunas cuestiones de sentido común que deberían desmitificarse. Habrá que ver qué cambia con los resultados del reciente censo, pero a la vista de que se siguen utilizando los mismos argumentos de diez años atrás, es dable pensar que son más sensaciones que hechos:

La cantidad de extranjeros residentes en Argentina no son significativos como para justificar el déficit habitacional (en el censo de 2001 estaban más cerca del medio millón que del millón). Claro que los hijos de los inmigrantes nacidos en Argentina no son extranjeros. Esta es una definición histórica de la política migratoria argentina. Decir lo contrario es asumir una posición política que debería aclararse.

La población de la Ciudad de Buenos Aires está estable desde hace décadas. Lo que se da es un cambio estructural en la matriz inmobiliaria cuyo esquema a quedado a merced del mercado. El movimiento migratorio es intenso, pero en ambos sentidos (gente que viene y gente que se va).

La cuestión habitacional no es un problema primordial de la Ciudad de Buenos Aires. Varias ciudades del interior tienen las mismas (o peores) dificultades para resolver esta cuestión. Aquí en Bariloche es un tema de agenda permamente. No hace mucho aquí hubo una toma de viviendas del IPPV y tuvo que ir el intendente a negociar (menos mal, ya se sabe de lo que es capaz la policía de Río Negro). Mientras tanto el mercado incita a construir grandes emprendimientos fundamentalmente turísticos y a la concentración de la tierra, cuyo ícono local es el Señor que se compró un lago entero para su uso personal. No tengo muchos datos sobre otras ciudades, pero me consta que es casi una empresa imposible conseguir al menos un departamentito para alquilar en Neuquén y en Comodoro Rivadavia por el impulso del mercado petrolero. También conozco un duende amigo que en su tercer intento va a poder tener su vivienda gracias a un plan de viviendas en ¡Lago Puelo!. Es decir, la Provincia de Chubut en los últimos 5 años construyó al menos tres fases de viviendas sociales en ¡Lago Puelo!. ¿No era que el problema de Argentina era su extensión?

Evidentemente hay flujos migratorios internos muy intensos que deben fundarse en varios fenómenos: tendencia a una aceleración de la urbanización producto de la disminución en el uso intensivo de mano de obra en el campo (léase sojización), traslados de trabajadores a lugares dónde se percibe un crecimiento de actividad económica (fudamentalmente de construcción), etc. Si hablamos en términos relativos, no es la Ciudad de Buenos Aires la que sufre más estos fenómenos, pero por supuesto que dada la magnitud de la población (solo en Caballito viven casi el doble de personas que en Bariloche) y la focalización de la agenda torna particularmente dramática esta problemática. Lo que más bronca da, es que, a diferencia de otras localidades del interior, la CABA sí tiene recursos para buscarle paliativo, pero Macri (en honor al voto popular que allí lo llevó) ha decidido no hacerlo.

miércoles, diciembre 01, 2010

Más sobre filtraciones

No digo nada brillante, pero si yo tuviera 250.000 documentos secretos de la diplomacia yanqui, lo primero que haría sería difundir las boludeces como para ver qué efecto causa. Si pican y los yanquis no desmienten, ahí voy con la parte grossa al mejor postor. Ya tengo cinco corporaciones mediáticas interesadas y nosecuantos gobiernos. Necesito mucho dinero para mantener bien oculto al milico que se afanó los documentos, allá en la isla del caribe donde están Yabrán, Julio López y el recién llegado Néstor Kirner (es lo que dice la gente en la calle, eh).

Pronto veremos si es pura espuma (es decir, más de estos chimentos baratos) o si hay algo importante que se pueda saber. Teorías conspirativas podrían multiplicar las posibilidades (entre ellas que es el propio gobierno yanqui el que filtró), pero no nos adelantemos, para pelotudeces está el periodismo independiente.

Filtraciones y Silencios

No tengo nada que decir sobre las opiniones de mi cuñado y mi suegra que el vecino de enfrente me reveló anteanoche al encontrarnos en el tacho de basura de la cuadra. En cualquier caso me tendieron una trampa.