martes, octubre 31, 2006

Educando al soberano

Regresaba a casa cuando se acerca un auto y se baja la ventanilla del lado acompañante. Se asoma una cara y dice:

- Eh! Disculpame, ¿el garas… es tuyo?
- ¿Qué?
- Ese garase… ¿es tuyo?
- (¿¿!!!??) Perdoná, ¿cómo decís? ¿El garage?
- No! [Indignado] Ese For Garasi blanco, FOR GA-RA-SI [Repite fuerte varias veces vocalizando mientras señala el auto de mi vecina]
- Ah! No, ¿por? Es de una vecina
- No, por si lo quería cambiar [enojadísimo], dejá. Chau!

Cierra la ventanilla mientras mira con complicidad a su compañero y se van. Perdón vecina, te hice perder un negocio por bruto inorante.

lunes, octubre 30, 2006

Prodigio

El sábado nevó un poco...
y fuimos al Llao Llao a ver a este pibe:



... que, con esa cara de haber soplado 14 velitas hace pocos meses, tocó así.

viernes, octubre 27, 2006

Psicología Popular

- ¿Sabés como le dicen a ese?
- No.
- Empleado de cine full-time.
- ¿Por?
- Porque está todo el día proyectando.


(La idea se la escuché a Barragán, que dijo algo así en la radio, justo antes del corte de energía)

Andá poniendo el agua...

Nos acordábamos cuando de pequeños íbamos a comprar ravioles a la casa de pastas y que nos decían:

-Traé 2 cajas de ravioles.

Entonces ibas, esperabas el turno (bastante, porque las casas de pastas eran un infierno el domingo al mediodía, como los supermercados un sábado a media mañana) y pedías las dos cajas de ravioles. Entonces, quien te atendía, tomaba 2 (dos) cajas de ravioles, las abría, las espolvoreaba con harina y luego tomaba la plancha de una de ellas y la ponía sobre la que estaba en la otra caja. Así, te llevabas 1 (una) caja, con 2 (dos) planchas adentro.

¿Por qué hacían esto? Respuesta obvia: para ahorrarse cajas. Pero no, ¿por qué lo hacían en ese momento? ¿Por qué no tenerlas preparadas de a dos planchas cuando las armaron la primera vez? ¿O sino tenerlas sueltas y armarlas en el momento, si igual las iban a abrir y echarle harina? ¿Quién compra de a 1 (una) plancha?

Nota al pie: Hace mucho que no frecuento casas de pastas. Lamento caer en supermercados incluso para estas cosas, pero lo cierto es que las últimas veces que compré en casas de pastas me resultaron caras y, al menos en mi caso, no mucho más ricas. Más aún hace un tiempillo me clavé con unos canelones comprados en la casa de pastas tradicional del barrio, que realmente eran una porquería.

jueves, octubre 26, 2006

Pizzería filosófica

Hace unos días, Cecilia había decidido hacer un montón de pizzas, algunas para el día de la madre, que nos reuniríamos con unos vecinos y también una parva más para el cumpleaños de una compañera de la oficina. Realmente le llevó trabajo, unas cuantas horas, pero como le salen tan bien, la dejé hacer…

Mis aportes fueron esporádicos, a pedido, y mientras trataba de terminar el suplemento de J. P. Feinmann sobre filosofía. Dicen que
Heidegger es bien difícil, es cierto:

Volvemos a Ser y tiempo, tal como lo venimos exponiendo. Dijimos que la originalidad de la obra está en plantear, en unidad, el problema del ser con el del hombre, dentro del horizonte trascendental de la temporalidad. Si Ser y tiempo se inicia con un análisis de ese ente que se pregunta por el ser, es decir, el Dasein, es decir, el hombre, habrá que encontrar su característica propia (…)


- ¿Podrías descarozar algunas aceitunas?
- Sí, como no.

(…) El Dasein también está todo él explotado hacia fuera. Está todo él arrojado hacia sus posibles. Esto aleja al Dasein de la “metafísica de la presencia”. El hombre no es un ser presente. Es un “poder ser”. Si fuera una presencia sería una “realidad”. No lo es. El hombre es posibilidad, no realidad. Esto guiará el desarrollo expositivo de Ser y tiempo. El modo en que el hombre existe es el modo del poder ser, el modo de la posibilidad (…)


- ¿Así está bien o sigo?
- A ver… no… pará ahí, ahora cortá un poco de muzzarella y ponele a esas pizzas de por ahí
- Listo, pasame el “cortaquesos”...

(…) Sigamos: el hombre existe, pero no existe como algo que ya esté dado. El hombre nunca está dado. El hombre siempre es posibilidad. El hombre existe en tanto posibilidad. Si buscamos la etimología de exsistere encontramos que señala esta característica: arrojo, posibilidad, “sobrepasar la realidad simplemente presente en la dirección de la posibilidad” (…)


- ¿Zigo gordado güeso?
- Eh! Che! No te comas la masa cruda!
- Buedo…

martes, octubre 24, 2006

Ultimo Momento

Se fueron para el lado de los tomates

Tomate Perita: $4,50 el kg.

Tomate Redondo: $6 el kg.

Pimiento rojo: $9 el kg.

CD Cerati “Ahí vamos”: $31,99 c/u

Rompevientos marca “Exploto bolivianos en talleres de Flores”: $149 c/u


Vivir entre las montañas y los lagos … no tiene precio

(Felisa!!! Guillermo!!! Pónganse las pilas que nos están cascoteando el rancho!!!)

lunes, octubre 23, 2006

Resentimiento social

Ayer nos invitaron a participar de un evento musical muy especial. Música de cámara para un selecto grupete de turistas en un lugar de ensueño, junto a un lago patagónico.

Lógicamente éramos sapos de otro pozo, que llegamos a ese prolijo lugar gracias a un contacto comercial que Cecilia supo conseguir por su laburo.

Disfrutamos la música, y eso fue lo más importante, pero también, por nuestra timidez lógica de clase, nos ubicamos a distancia prudente “para no molestar”, lo cual nos dio una perspectiva interesante para destilar risueñamente nuestro veneno.

Gente que evidenciaba que nunca se esforzó para ganarse el pan, que ni sabía qué estaba haciendo allí, que pagó quién sabe cuánto para ir a presenciar algo que era exclusivo pero que ni tenían idea de qué se trataba. Alguno que hasta se durmió descaradamente en la primera fila, que casi le pega un cabezazo al atril del cellista, otros que fueron vestidos en jogging, una afrenta para los músicos, que al menos se habían bañado, perfumado y revestido en sus mejores trajes para estar a la altura del evento. Si alguno se aparecía en pijamas tal vez no hubiera sorprendido.

Eso sí, cuando llegó la hora del té, arrasaron cual malón araucano sobre la mesa de dulces, esa la tenían super clara.

Me causa gracia que siempre se critica a los pobres que piden plata, planes y que no quieren trabajar ni saben cuidar nada de lo que se les “dona”. Por un momento, se me ocurrió que podría decirse casi lo mismo por estos otros tipos ricos.

Pero lo más llamativo era un tipo que estaba por parte del lugar, como organizando, y que hacía caritas de asquete hacia “los colados” (nosotros) y de hecho nos mandó para atrás cuando llegó el contingente de “gente como uno” para que tuvieran un vista plena del lugar… y él, medio como que se ocultó también (no con nosotros) y como hacía un poco de frío se puso una bufanda, solo eso… ¿Cómo puede caerte bien un tipo que se abriga solo con una bufanda?

Todo esto dicho con mi más sincero resentimiento social, lo confieso.

Ordinario

[11/10 | 12:07 ] El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, minimizó hoy los problemas generados por la escasez del gasoil que dispararon los precios especialmente en el interior del país, al asegurar que “va a llover gasoil”.

sábado, octubre 21, 2006

Peronismo, el 17 y los tiros

No escapa a nadie el escándalo del 17 durante el homenaje a J. D. Perón luego del traslado de sus restos. A la vista de algunos observadores, en realidad, todo fue un escándalo, desde la decisión de trasladar los restos, hasta el acto mismo, la presencia programada de Kirchner (no consumada por razones obvias) junto a lo más rancio de la dirigencia sindical, las declaraciones justificatorias posteriores a los hechos. Marcha peronista con ruidos de pólvora y piedrazos de fondo. Todo en el marco de un edificio de una arquitectura bastante fea para mi gusto, donde revientan las palomas (un problema no previsto por sus arquitectos).

La cuestión de Perón en la política argentina es central y su estudio es fascinante. Varios intelectuales han escrito excelentes ensayos e investigaciones al respecto, y es un tema que no se agota. A 61 años de aquel primer 17 de octubre, su impronta sigue rondándonos y generándonos problemas (intelectuales y de los otros).

Me resisto a banalizar su influencia con el clásico “son todos negros peronchos” ó “qué país de m…”. Es obvio para mí que hay mucho más detrás de eso y que merece estudiarse con detenimiento.

Una extraña mezcla de coyuntura internacional, de situación interna que empujó a grandes masas desde el campo hacia las ciudades, de burguesía en ascenso, de oligarquía agotada, de inflexión política y de muchas cosas más… pero con el ingrediente indispensable de un personaje evidentemente hábil como para leer todo esto y hacer un proyecto de país. Porque es así, el primer peronismo fue el único gobierno argentino que pudo diseñar y ejecutar con mediano éxito un modelo de desarrollo con posibilidades de crecimiento inclusivas para una gran mayoría de la población, que hasta entonces estaba fuera de todo juego político.

Claro está que el juego estaba planteado en forma clara: “todos a mí”. Perón personalizó de tal forma su gobierno que concitó los conocidos odios y amores. Logró movilizar a su favor a las masas, pudo articularlas de forma de canalizar y utilizar su poder, el consabido corporativismo. Con solo un movimiento de manos las gentes iban y venían de un lado para el otro. E incluso durante su proscripción, seguía manejando los hilos de la política argentina desde otro continente: ya sea llamando a la abstención o a la confrontación armada.

No coincido con aquellos que dicen que arruinó el país o que si no fuera por el peronismo estaríamos mejor. Apareció en el momento que tenía que aparecer y vino a llenar un inmenso vacío en la arena política. Tan extenso era ese espacio que inmediatamente se convirtió en el centro de aquella escena. En política nacional, todo gira en torno del peronismo, hasta sus más acérrimos opositores se organizaron (aún lo hacen) en función de esta fuerza política (de lo que hace, de lo que va a hacer, de las alianzas que pueda constituir, de sus estrategias, etc.) El espacio estaba, y lo llenó él, y le dio forma de una determinada manera que, nos guste o no, funcionó por un tiempo (mucho más que el que los oligarcas y la gran burguesía hubiera querido).

Autoritarismo, filo-fascismo, caudillismo, hiperpersonalismo, son algunos de los ismos de los que adoleció y aún adolece. Se lo corre así por izquierda y desde la burguesía progre; de poco democrático, tan poco democrático que tuvo que ser expulsado del poder con bombas sobre la plaza, crimen apoyado por las mismas izquierdas que lo denunciaban de dictador. Desde la derecha reaccionaria (la más gorila se diría), bueno, se lo corre de una forma más torpe, como siempre, pero con evidente ensañamiento, aquella fue la de la valiente idea de hacer llover las bombas de marras sobre la gente… y luego los fusilamientos, las torturas y desapariciones.

Es que Argentina padeció (padece) la falta de una burguesía industrial dirigente que pudiera imponerse y tomar las riendas al estilo “liberal” (ese proyecto que los grandes ilustres como Sarmiento y Alberdi, no pudieron hacer realidad). La oligarquía y la gran burguesía eran demasiado poderosas para enfrentarlas a solas, aún cuando las condiciones de guerra (primera mitad del siglo XX) la favorecían… así que fue necesario generar una alianza con otra clase, la que iba a ser su mercado (académicamente a eso se llama ruptura del empate hegemónico). Ahí estuvo Perón, para articular y timonear esta alianza. Claro que le imprimió un estilo propio. ¿Hubiera sido posible de otra forma? Seguramente sí, pero quien sabe si mejor o peor.

Grafico ese flujo de poder cual raíz de múltiples ramificaciones que van convergiendo bien desde abajo hasta llegar al tronco que sale a la superficie. Eso es corporativismo, ese fue el diseño de poder del peronismo (no exclusivo de éste), y cuya efectividad le dio esa acumulación de poder plausible de ser manejado. Hoy de sigue discutiendo si el 17 de octubre de 1945 fue una expresión espontánea del pueblo o fue un preludio de esa manipulación. La huelga estaba organizada por sindicatos para el 18, pero curiosamente la gente se adelantó un día y fue a la plaza. Entiendo que para Perón lo bueno es que fueron a él, que le dieron un espaldarazo para que sus aliados lo sacaran de la cárcel y lo llevaran al balcón, el lanzamiento de la carrera política más poderosa de nuestra historia.

Pero a Perón no le gustaba para nada la espontaneidad, todo debía estar reglado y tenía sus vías únicas de expresión. No creía en una democracia “desde abajo”, en realidad le temía a la volatilidad de esa experiencia, más cerca de los soviets rojos (ese peligro debía ser desterrado) que del corporativismo nacionalista que quería instrumentar. Nobleza obliga, en realidad en aquellos años poca gente en el mundo creía en una “democracia”, en el sentido que le imprimimos hoy día. Esa canalización requería de una estructura, la cual fue brindada por un sindicalismo diseñado a su medida. Por otro lado, el empresariado debía ordenarse de manera similar. Simplificando en exceso, el General se sentaba a la mesa con dos tipos y organizaba todo… esos dos tipos debían lograr que todos los de abajo les hicieran caso.

Ahora bien, cada nudo/convergencia de esa ramificación significan subespacios de poder. Puntos de concentración, donde finalmente se enquistaron personajes que cobraron vida propia. Perón los dejaba hacer mientras le respondieran a él, en un exceso de pragmatismo, para mi gusto. En esa carrera se usaron mecanismos que nos chocan desde el punto de vista de la clase media progre: caudillismo, clientelismo, falta de discusión de ideas, achatamiento cultural, manipulación de la educación, etc.

Por otro lado, la ausencia del líder durante su largo exilio también dejó crecer, en la mixtura de ideas y formas políticas de los ’60, una nueva generación de izquierdas que le vino como anillo al dedo para hacerle la guerra a sus proscriptores. Eso lo hacía feliz, como en el caso de los sindicatos, siempre y cuando le respondieran a él. Por eso no se bancó que esos “jóvenes imberbes” vinieran a plantearle algunas cosas. Y se quedó con la otra parte, la que ganó Ezeiza de prepo.

Haciendo un brusco salto en el tiempo (obviando toda una compleja historia de transformaciones que merece tratarse con otro detenimiento), esa estructura de flujo de poder todavía funciona, a su manera, y es a lo que echan mano cada uno de los gobiernos peronistas, junto con el icono Peron/Evita, independientemente de sus contenidos. El justicialismo de la nueva era (el del ’83 en adelante) tuvo miedo de desprenderse de aquello y le negó la reforma de esa estructura sindical al alfonsinismo, cuyo proyecto de ley de democratización de sindicatos hubiera sido, acaso uno de sus mejores aportes. Ese revés hirió de muerte a aquel gobierno y coadyuvó a los traspiés que luego lo llevaron a caerse. Aún hoy no lo han hecho, lo cual lleva a la pregunta de si existe peronismo sin corporativismo, sin unicato sindicalista. Probablemente no, y por eso se resisten. Ese sistema se transformó, se adaptó a los ’90 como instrumento de burocracia funcional al neoliberalismo menemista (neocorporativismo para negociar con empresarios los nuevos negocios y la apertura del mercado). Esa estructura tomó cierta vida propia y, cual macana de aprendiz de mago, cada tanto se “desboca” en excesos y escenas de patetismo dramático como el de los tiros de San Vicente, con la marchita de fondo. Ya no está Merlín/Perón para volver las cosas a su (propio) cauce. Y los que quedan no se hacen cargo, las patotas pegan, hacen el trabajo sucio, todos se indignan pero nadie se despega ni finalmente quiere desprenderse. Hoy escucho que el presidente Kirchner, a modo de despecho por los escándalos del Hospital Francés y San Vicente, quisiera despegarse un poco de la CGT y acercarse a la CTA (que no puede obtener la personería jurídica desde que se creó, justamente por ese unicato)… hasta que no lo vea en concreto no lo creo.

Aún así, el peronismo sigue siendo el único movimiento capaz de producir gobiernos viables (malos, buenos, nos gusten poco, mucho o nada), el resto mira y a lo sumo patalea sin poder salirse de su lógica de frustración e impotencia. Será necesaria una mejor lectura del escenario político y por supuesto, mucho huevo, para ofrecer alternativas. No está fácil.

En realidad tenía ganas de hacer comentarios sobre unas notas muy interesantes que leí en la Revista Nueva Sociedad sobre nacionalismos e izquierdas en el nuevo escenario latinoamericano, pero los sucesos me llevaron hacia otro lado. Veré si puedo publicar algo luego.

jueves, octubre 19, 2006

Ahora dicen que hay ricos que son torpes


Y yo que me siento un boludo cuando se me cae la tostada con mermelada en el pantalón...

sábado, octubre 14, 2006

Buenos Aires me mata

Cada vez que regreso a mi Buenos Aires querida la siento más y más extraña. Es una mezcla entre nostalgia y satisfacción por haberla dejado.

Se nota en la falta de entrenamiento en el vereding, ese deporte urbano en el que tenés que esquivar gente, teresos de perros, árboles, autos, etc. La agenda super apretada para aprovechar el día, aún con lo que cuesta trasladarse de un lugar al otro (digamos que ir a la oficina me lleva más o menos el mismo tiempo que ir de casa a Villa La Angostura).

Ese calorcito que ya empieza a notarse y que despunta lo que será el temible verano porteño. Ya me acostumbré a usar mangas largas, pero BAires te pide las cortas, si no querés transpirar más de la cuenta, aún en octubre.

Por otra parte, esa simpleza de decir “vamos al cine”, salir y caminar unas cuadras y estar ahí, sin mayores trámites, cosa que no se puede hacer en Bariloche, donde las salas están en el centro, son malas y caras.

Luego está el riesgo de “salir a comprar”. Estando en la gran ciudad, uno aprovecha para tratar de conseguir eso que necesitaba desde hace tiempo, y que en el interior es más difícil de encontrar, o presume más caro… el peligro está en que ¡¡hay tantas cosas para comprar!! Muchas más de las que uno en principio necesita, y termina gastando un dineral, feliz de la vida por llevarse a casa esas marabiyas ciudadanas.

La ciudad te abruma por su cantidad, exagerada en todo, miles de autos, edificios inmensos, incontables personas. Solo prestar atención a la gente que uno se cruza al atravesar una cuadra y las historias que habrá detrás de cada una de ellas provoca angustia.

A causa de alguno de los trámites que fui a hacer, me tocó pasar por Costanera Sur y, claro, Puerto Madero… todo muy lindo, muy concheto, con sus edificios modernos. Vi una chica trepada a una escalera que limpiaba un reloj en la calle, lo frotaba para que brille, tanto que se le cayó el limpiavidrios… festejé la inmediata reacción de alcanzárselo que tuvimos dos personas que pasábamos por ahí cuando ocurrió (no , no nos dimos un cabezazo). Los nombres de las calles, todas mujeres valientes, el obsceno hotel de Faena, los albañiles con celular, un show room tan grande como una mansión, para promocionar quién sabe qué otra mansión. La costanera, divina, prolija, la vista hacia el río, respirar aire fresco… y a solo un par de cuadras, la avenida deja transitar pesados camiones con containers que exhalan humos oscuros. Esto puede derivar muy fácilmente en un texto a lo Galeano, pero que en mí sonará muy cursi, paremos aquí.

Solo mencionar un recuerdo que me vino a la mente, y me remitió a unos pocos años atrás cuando tuve la oportunidad de trabajar en una empresa con modernas oficinas por ahí nomás, que podría haber lucido mi propia tarjeta de acceso con foto y todo, que podría haberme comportado como un mercenario y pedir un sueldo exorbitante (para lo que yo ganaba en ese momento), porque igual ya tenía asegurado otro laburo con otro sueldo exorbitante… pero no, me di el puto gusto orgulloso de decir que no, que no quería hacer todo eso, que tendría que pedir mucha plata y eso no me parecía bien. Visto ahora, agradezco mi actitud, ya en aquel momento tenía el proyecto de venirme a Bariloche, y ahora tengo estas vistas desde el Otto, que no es para hacerme el canchero, pero son mucho más grossas que las que puedo tener desde cualquier edificio de Puerto Madero, al menos para mí, y eso es lo que importa. Y por encima de todo, en Bariloche me esperaba Cecilia… y yo quería estar con ella.

Pero yo también soy Buenos Aires, ahí nací y viví por más de treinta años, y Buenos Aires me da ese anclaje a lo que es parte de mí, me da la posibilidad de visitar a mi vieja, mis tías y a mi querida prima Xime, a los cuñados barilochenses, me da la posibilidad de ver a mis amigos, Sol, Tute, Gastón y Andrea (con su panza enorrrme); a Pipa y a Mirsham…, a Seba y a otros compañeritos de la oficina, solo algunos de los pocos que pude ver en esta oportunidad, me preguntan ¿cuándo vuelven? Y sí, siempre volveré a Buenos Aires, no lo puedo evitar, me mata.

jueves, octubre 05, 2006

La moda de la lechuga

Hace unos años recuerdo que era cool cortar la lechuga en tiritas bien finitas...

Ahora la onda es servir las hojas casi sin cortar (o cortadas así nomás con la mano), dicen que para mantener las propiedades nutritivas del vegetal... lo cual puede ser cierto.

Pero ¿no será una moda impuesta por las grandes cadenas de restaurantes para ahorrarse el trabajo de cortarlas como para que entren en la boca?

Mi palabra favorita: maniqueo

Porque te advierte que también hay grises...

(con una perfecta mezcla de maniquí y mariconeo)

martes, octubre 03, 2006

Noticias de Ayer (03OCT06)

Panorama semanal de noticias..

Jorge López

La ausencia de pistas sobre el paradero de un testigo clave en el juicio contra Etchecolatz, más la multiplicación de amenazas a otros testigos, jueces y fiscales del caso; si bien no aparecen probadamente conectados, terminan configurando un ítem de seguridad no previsto (ni siquiera por Blumberg).

Todas las conjeturas son posibles y en todas subsiste la idea que el Estado dejó de hacer lo que tenía que hacer: proteger al testigo (física y psicológicamente), controlar posible reacción de la mano de obra desocupada y/o purgados de la bonaerense, desmantelar prácticas mafiosas, etc.

Eduardo Aliverti, advierte en su editorial una analogía con el Caso Cabezas y encontré en el mundo blogueril que samurai jack hace una sutil sugerencia en consonancia con ello. Sea como fuere, hay una relación entre estas prácticas, la ausencia del Estado, nuestra angustia por el planteo de la situación, las amenazas, las internas del peronismo, etc. No es casual que Hebe de Bonafini haya realizado estas declaraciones a la salida de la Casa Rosada, sembrando sospechas sobre el desaparecido por no portar suficientes credenciales de militante y tener contacto con policías (familiar y vecinos); ¿Por qué salir en defensa del gobierno? ¿En qué y por quién se siente atacado?