Divagaciones sobre la crianza de niños XXV: Extenuante segundo aniversario

Nos preparamos lo mejor que pudimos, aún así, el festejo del segundo aniversario de Jx se convirtió en una empresa agotadora, tal vez no tanto como la carrera de hace un par de fines de semana, pero no muy lejos. La asistencia incluyó catorce críos, once de los cuales se movían por sus propios medios y al menos el mío sigue requiriendo marca personal por toda la cancha. Estando Cecilia afectada a la logística de alimentar invitados, no tuve relevos. Y pese a mi mejor esfuerzo no pude evitar algunos golpes, vuelcos de gaseosas e incluso mordeduras sobre los asistentes.

Disclaimer

Estaba revisando una oferta por un proyecto que va a presentar la multinacional para la cual presto servicios y al cierre, en la parte comercial (que ni leo porque me mareo), donde figuran los términos y condiciones particulares me encuentro con lo siguiente:

Clause xx.x: is amended and shall read as follows:
Except for payment obligations, neither party shall be liable for delay or for any failure to fulfill any term or condition of the Purchase order due to force majeure, such as flood, hurricanes, earthquake, act of God, or any other extraordinary circumstance beyond its control.

Es decir, el neoliberalismo es pragmático pero no boludo y no es supersticioso porque da mala suerte, voto por Fox Mulder.

Separados al nacer

Abu Yahya Majadin Adam


Gilberto Manhattan Ruiz

Siembran el terror aquí y acuyá.

Triste

Un amigo está pasando por un muy mal momento, quiero ayudarlo pero estoy lejos. Por ahora solo puedo ofrecerle una compañía distante más la certeza de que estoy pensando en él y en su dolor.

Todavía no sé qué tan grosso estuve el domingo (ahora sé que fui el 5to)

Luego de pasar una noche "movidita", nos aprestamos a disfrutar de la carrera más esperada. Con un poco menos de ansiedad gracias a la experiencia del año anterior, también más divertido por la participación de más amigos y gente conocida, como el Pampa:



El sábado era el día más largo, sabíamos que se iba a sentir el calor... y así fue. Con la intención de aprovechar la fresca de la mañana y de querer mejorar el tiempo del año anterior, llegué muy rápido al Frey (1h 35m). De ahí en más empezó a pegar el calor y a sentirse el esfuerzo extra. No obstante, la llegada al Jakob fue casi 15 minutos más rápido que el año pasado. La última parte (la segunda mitad de la bajada del Jakob y la ruta a Colonia Suiza) fue un martirio, pero lo peor de todo fue el desvío por el derrumbe, que nos hacía subir por una picada muy incómoda para sortearlo. Como muchos otros corredores (incluso varios debieron abandonar) me sentí descompensado, tuve que caminar buena parte de un trayecto que se podría trotar y terminé medio deshidratado. Por todo eso llegué en 7h 45m, casi 10 minutos peor que el año pasado (con el atenuante del rodeo del derrumbe). Estaba séptimo a 50 minutos del sexto, algo muy difícil de remontar.

El domingo me sentí mucho mejor, me tomé más en serio la hidratación (con sales). De nuevo subí rápido al López y después fue aguantar los trapos en la bajada, en el Bailey Willis y hasta terminar el caracol de Laguna Negra, para agarrar ritmo en el trote, tanto que de confiado pateé un tronco debajo de un arbusto y mordí el polvo de lleno. Un par de moretones, sin lastimaduras, caí plano, como los chicos. Si eso me pasaba en el caracol dejaba todos los dientes, por eso bajo pisando huevos. Como conozco la picada, sabía que me faltaba poco y con el resto que me quedaba aceleré un poco (lo que pude, el resto fue soltar las patas en bajada) para recuperar algún puesto y completar la etapa en 6h 19m, casi 20 minutos mejor que el año pasado.



Al momento no terminaron de procesar los datos, pero salvo alguna gran sorpresa no creo haber podido alcanzar el 6to puesto, que hubiera sido el mismo del año pasado. Lindos días los dos pero demasiado calurosos para esto. Me está faltando más montaña para poder andar entre las piedras un poco más suelto, no sé si puedo prepararme mucho mejor físicamente. En fin, veremos qué pasa el año que viene, si es que puedo pagarla. Uno no quiere tirar mala onda contra un club donde hay un esfuerzo voluntario de muchas personas, pero si bien algunos detalles mejoraron, otros no, y el comentario general era que el costo era bastante elevado (en relación a otros años).

Como siempre, lo mejor fue Cecilia, que me aguantó pese a los movimientos y los malestares de Jx. Por suerte siempre está cuando llego.

Actualización 04/03/10: Finalmente quedé como el 5to más grosso de mi categoría (sobre un total de 15) y el 14to en la general (sobre un total de 91). Los dos que tenía adelante el primer día no pudieron largar el segundo, así que ahí fue el avance.

Chile no es Haití, pero queda más cerca

La noche del viernes dormía plácidamente, con la felicidad de poder hacerlo justo la noche anterior a la carrera y pese al malestar de Jx. Fue una de las pocas noches de verano que tuvimos en Bariloche, no muy fría y calma, muy calma, tan calma que presagiaba el calorón que se venía para el fin de semana, ideal para tirarse en alguna de las pocas playas públicas de la gran cantidad de lagos que tenemos por acá, pero no tanto para correr una carrera por las montañas.

A la hora que ahora ya se sabe, el ruido de los móviles de viento me hizo regresar del fabuloso mundo de los sueños con la esperanza de que el clima estaba cambiando, que un buen viento podía traer algunas nubecitas y atenuar un poco la alta temperatura. Pero ese pensamiento me duró menos de lo que cuesta enunciarlo para darme cuenta que se estaba moviendo toda la casa. Nos levantamos y vimos azorados como se balanceaban las lámparas al ritmo de los móviles de viento y hasta crujía el entrepiso de madera. Mientras nos debatíamos si sacar a Jx de la cuna y salir en calzones a la calle, nos dimos cuenta que el asunto no pasaba a mayores, seguía de continuo pero sin acelerarse ni cambiar el ritmo. Me pareció que duró un par de minutos, tal vez me pareció demasiado. Nos quedamos alerta un tiempo, yo maldecía, sin saber lo que ocurría del otro lado de la cordillera, por no poder dormirme, hasta que el sueño (que nos faltaba) nos venció.

Poco mas tarde sonó la alarma para tener tiempo para acicalarme para la carrera (que la crema para el sol, que sacar las botellitas del freezer, que ponerse la remerita, las calzas, las polainitas para las piedras y otras cuestiones íntimas que mejor no aclarar...). Camino al cerro me enteré lo que había pasado en Chile por la gente que había prendido la tele.

Un desastre, pero preferible que te agarre en un país sudaca más o menos modernizado y no en un país caribeño maldito por el capitalismo.

PD: Como era previsible (para mí) acaban de confirmarme que el proyecto para el que había comenzado a trabajar (que es en Chile) se paró porque la Planta está "herida de muerte" (lógico, estaba bastante cerca de Concepción), si me estaba costando remontar laboralmente, ahora el terremoto me tiró el barrilete al piso. Me pregunto también si habrá un impacto económico en la región.